La superficie de eucaliptos existente en Galicia podrá aumentar un 3% hasta 2025 antes de comenzar su reducción, que supondrá un descenso de un 5% sobre las hectáreas actuales en el horizonte de 2040.
Esta es una de las previsiones del nuevo plan forestal de la Xunta –un documento abierto en el que se trabaja en el Consello Forestal, que entrará en vigor este semestre para los próximos 20 años–, al que ha tenido acceso Europa Press.
Las cifras provisionales del Inventario Forestal de Especies Productivas del Norte Peninsular (IFNP), con datos de campo obtenidos en 2018, arrojan la presencia de 300.500 hectáreas de eucaliptales puros en Galicia, a los que se suman 121.700 hectáreas de forma mezclada con otras especies en las que se detecta la presencia de eucaliptos.
El plan de la Xunta es eliminar el 5% de esas más de 420.000 hectáreas de eucaliptos actuales en 2040, de forma que 20.000 se conviertan en masas de otros árboles. Pero durante este lustro esa superficie puede incrementarse hasta un tope de un 3% sobre la actual cifra (unas 12.000 hectáreas).
El plan forestal de 1992, que ahora se revisa, preveía que en 2030 habría en Galicia unas 245.000 hectáreas de eucaliptos. Una cifra muy sobrepasada en la actualidad.
ACTUAR SOBRE 20.000 HECTÁREAS DE EUCALIPTOS DEGRADADOS
De tal forma, la previsión del plan forestal –que se presentará en el Parlamento gallego antes de su aprobación en el Consello de la Xunta este semestre– es aplicar un programa para la transformación de 20.000 hectáreas de eucaliptales «degradados» de aquí a 20 años.
«Las formaciones objetivo serán los eucaliptales de baja productividad y en estado de abandono, con una carga de combustible en la hectárea», explica este documento marco en el apartado relativo al programa para el control de esta especie.
De tal forma, se actuará especialmente en aquellos eucaliptales que se encuentren en zonas que «son reiteradamente objeto de actividad incendiaria».
En los indicadores de seguimiento que fija la Xunta por quinquenios, figura un aumento del 3% entre 2021-2025, seguido de un lustro sin cambios (2026-2030).
Será a partir de 2031 cuando se comience con el recorte de eucaliptos, con una reducción de por lo menos el 4% sobre la actual (2031-2035). Y entre 2036-2040 se espera alcanzar el descenso del 5%.
La Consellería do Medio Rural estima que las medidas «no tendrán repercusión negativa en la capacidad de abastecimiento» de la industria pastera, de fibra vegetal o de madera, entre otras, pues «las superficies para transformar se corresponden con áreas degradadas de escasa producción actual».
Además, se apuesta por mejorar la gestión y productividad de las masas ya existentes, con un freno a la expansión de la superficie ocupada, al tiempo que se va a «reforzar el control administrativo para verificar el cumplimiento de las limitaciones y restricciones a las nuevas plantaciones o a la presencia de eucaliptos».
Asimismo, una de las cuestiones sobre las que trabajará será en la de aumentar la productividad de la superficie de eucaliptales, de forma que se pase de 15 metros cúbicos por hectárea al año en 2025 a 20 metros cúbicos en 2040.
Dos de las principales especies de eucaliptos están presentes en Galicia. ‘Eucalyptus globulus’ se encuentra en zonas costeras por sus requerimientos climáticos. El ‘Eucalyptus nitens’ se dispersó por el centro y norte de Galicia mediante plantaciones, debido a su resistencia a heladas y plagas, unido a su rapidez de crecimiento.
CIFRAS Y OBJETIVOS
El 97% de la superficie forestal gallega es de carácter privado, con 1,4 millones de hectáreas pertenecientes a particulares y más de 660.000 hectáreas de comunidades de montes vecinales. Hay más de 450.000 propietarios particulares y 3.072 comunidades de montes.
De hecho, los dos millones de hectáreas que el monte ocupa en Galicia supera las dos terceras partes (el 70%) del territorio gallego, en un sector que es «estratégico». Todo ello, en un medio rural «cada vez más despoblado», como hace mención este plan.
El plan forestal hasta 2040 tiene seis ejes que cuentan con 51 medidas. Prevé una inversión de 4.900 millones de euros hasta el año 2040 –unos 4.000 millones de ellos son públicos–. Así, se fija como objetivo alcanzar las 425.000 hectáreas ocupadas por frondosas autóctonas.
Una de las cuestiones de «especial importancia» para este trabajo será el desarrollo del inventario forestal de Galicia, con la mejora de datos y estadísticas.
En el caso concreto del castaño, el documento contiene una línea estratégica pensada para la conservación y puesta en valor de esta especie. Se actuará sobre 8.000 hectáreas en los próximos 20 años para recuperar sotos tradicionales, mientras se plantarán 16.000 hectáreas tanto para la producción de castaña como para la generación de madera.
Habrá unas cortas anuales de hasta 12 millones de metros cúbicos en 2040, frente a los más de 9 millones actuales.
También se activarán líneas de trabajo para el control de especies invasoras como las acacias, con un programa que abarcará unas 1.000 hectáreas.
En 2040, se estima que habrá 150.000 hectáreas de polígonos agroforestales o bajo algún tipo de gestión conjunta, así como un millar de aldeas modelo.
De cara a la valorización de usos, se fomentará que las superficies dedicadas a pastos y forrajes sean 100.000 hectáreas en el primer lustro, mientras dentro de 20 años se llegue a 225.000 hectáreas.
También se apostará por la creación e inscripción de montes protectores, hasta llegar en el último quinquenio (2036-2040) a las 90.000 hectáreas con este tipo de figuras. Igualmente, se creará una red de infraestructuras verdes en terrenos forestales que llegará a alcanzar las 25.000 hectáreas.
Otro fin será alcanzar un total de 850.000 hectáreas bajo algún instrumento de ordenación o gestión forestal sostenible. En cuanto a la lucha contra el fuego, la meta es que en la primera mitad de esta legislatura esté lista la nueva ley de prevención de incendios.