La conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, ha advertido este martes que una mayor protección del lobo, como defiende el Gobierno central, «implica romper el actual equilibrio entre la conservación de esta especie y el mantenimiento de las razas autóctonas en extensivo».
Ángeles Vázquez ha trasladado esta reflexión a los miembros y representantes de las asociaciones y entidades de Razas Autóctonas de Galicia, para informarlos de la postura que defiende la Xunta ante la propuesta que abandera el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que se resume en incluir el lobo en el Listado de especies silvestres en régimen de protección especial (Lespe).
La conselleira de Medio Ambiente recordó que desde hace una década Galicia cuenta con un Plan de gestión del lobo, con el que «se garantiza la viabilidad de la especie, es decir, se mantiene la población estable al tiempo que se compatibiliza -su existencia- con la ganadería extensiva y con la viabilidad económica de las explotaciones».
Ha esgrimido que esta no es «una postura aislada e individual de Galicia», sino que es «acorde y común» a las cuatro regiones al norte del Río Duero; ya que los intereses de Asturias, Cantabria y Castilla y León -junto con los de Galicia- «se verán directamente afectados de salir adelante esta propuesta», pues en estas regiones se registran importantes poblaciones de esta especie asentadas en el territorio y, por tanto, son las que sufren las mayores consecuencias sobre el sector ganadero de los ataques puntuales de estos animales.
No en vano, ha subrayado que, en caso de que prospere la iniciativa del Ministerio, esto implicaría de entrada la prohibición genérica de su caza, al no considerarla una especie susceptible de aprovechamiento cinegético en determinados supuestos; dicho de otro modo, «solo se podría autorizar excepcionalmente la captura de algún ejemplar bajo criterios mucho más estrictos que en la actualidad».