El investigador del grupo de química biológica del Centro Singular de Investigación en Química Biológica y Materiales Moleculares de la USC (CiQUS) Eugenio Vázquez Sentís participará en un proyecto europeo denominado e-Prot, que busca desarrollar un nuevo tipo de nanocables conductores de la electricidad basados en proteínas, que podrían ser la base para la fabricación de futuros dispositivos electrónicos sostenibles.
De ello ha informado la Universidade de Santiago de Compostela en un comunicado, en el que señala que el grupo de química biológica, especializado en el desarrollo de herramientas químicas para la investigación biológica, se unirá a un consorcio internacional con otros cinco equipos de España, Israel y Portugal y dos compañías de Francia y Reino Unido para generar nuevos biomateriales de gran utilidad en la conocida como industria electrónica limpia o verde, cada vez más demandada y utilizada; con nuevos dispositivos biodegradables y tintas conductoras para impresión digital y rotulación», explica Vázquez Sentíns.
La USC señala que la Comisión Europea financió la propuesta colaborativa de este consorcio con un total de 1,2 millones para cuatro años a través del programa FET-OPEN (Future and Emerging Technologies), que tiene por objetivo fortalecer grandes proyectos de investigación de alto riesgo, realizados en colaboración y ligados a la creación de nuevas tecnologías rupturistas.
BIOELECTRICIDAD, VERSATILIDAD Y TRANSFERIBILIDAD
La institución universitaria destaca que el proyecto e-Prot (acrónimo de efficient conductive protein systems) supone un significativo avance en el ámbito de la electrónica medioambientalmente sostenible, a la que apunta la fabricación de los dispositivos del futuro.
En este contexto, apunta que el binomio biología y electrónica adquiere una importancia clave y en el está el origen del proyecto e-Prot.
Así, hace unos años, los investigadores descubrieron en el suelo y en los sedimientos algunas baterías que podrían conducir la electricidad utilizando pequeños cables formados por proteínas nunca vistas hasta entonces. Estos nanocables de proteínas tienen un enorme potencial aplicado a la industria electrónica, ya que permitirían baterías potentes y biodegradables o incluso construir dispositivos biocompatibles para implantes médicos.
«El impacto de estos nuevos cables proteínicos va incluso mucho más allá de las potenciales aplicaciones tecnológica y representa un nuevo tipo de precursores biológicos sostenibles para la creación de una nueva industria electrónica verde y de nuevos dispositivos biodegradables», explica Eugenio Vázquez, que asegura que este proyecto colaborativo «intenta dar respuesta a enfoques nuevos en el campo de la bioelectrónica».