Un estudio llevado a cabo por investigadores del Instituto de Investigaciones Marinas del CSIC y la Universidade de Vigo (UVigo) en la última década ha mostrado variaciones de hasta el 20% en el genoma de distintos individuos de mejillón mediterráneo.
El proyecto ha contado con la colaboración de las universidades italianas de Padua y Trieste, el Instituto de Biología Evolutiva (CSIC-UPF) y el Centro Nacional de Análisis Genómico (CNAG-CRG) y ha permitido secuenciar el genoma completo de la especie, según han explicado el CSIC y la UVigo. Este trabajo ha sido publicado en la revista ‘Genome Biology’, aunque ‘Science’ también lo ha abordado.
Además de mostrar que presentan más del doble de genes que los seres humanos, la investigación ha facilitado la comprensión de la gran capacidad de adaptación y resistencia al estrés de este «superorganismo marino».
El responsable del proyecto e investigador del CSIC, Antonio Figueras, ha detallado que también ha descubierto que el genoma del mejillón es una colección de todos los genes de la especie, un pangenoma, y que se encuentra compuesto por «un conjunto central de unos 45.000 genes y otros 15.000 prescindibles». Así, ha precisado que estos «están sujetos a variaciones de presencia o ausencia», por lo que «pueden faltar por completo en un individuo».
GENOMA
Asimismo, el catedrático de la UVigo y coautor principal de la investigación, David Posada, ha destacado que el trabajo ha permitido secuenciar el genoma completo de la especie y observar su «arquitectura excepcional». «Que dos animales de la misma especie puedan tener un 20% de su genoma distinto es realmente inaudito», ha recalcado.
De hecho, el investigador ha señalado que estas variaciones indujeron a pensar que se trataba de un error, tras lo que se comprobó que los resultados eran correctos.
A este respecto, ha remarcado que este pangenoma se había observado en bacterias con anterioridad, aunque ha asegurado que se trata de un fenómeno novedoso en animales. Por ello, mediante un análisis de las funciones de los genes, se ha deducido que representa una estrategia evolutiva que permite que la especie se adapte a todo tipo de circunstancias.
El investigador de la UVigo también ha apuntado que la secuenciación del genoma permitirá desarrollar herramientas «para proteger a los mejillones de nuevos patógenos» o «mejorar su producción».