Investigadores del Laboratorio de Radón de Galicia, de la Facultad de Medicina de la USC, han publicado un estudio en Environmental Research, una de las revistas más prestigiosas en epidemiología ambiental, en el que se observa un aumento del riesgo de cáncer pulmonar asociado a la exposición a radón residencial y además con una relación lineal.
La particularidad del trabajo, liderado por el profesor Alberto Ruano Raviña, reside en el tamaño de la muestra: 1.842 casos y 1.862 controles, con más de 3.700 participantes procedentes de varios hospitales y comunidades autónomas, que lo sitúa como uno de los estudios más importantes en cuanto a tamaño sobre el radón y el cáncer de pulmón.
De ello ha informado la Universidade de Santiago de Compotela (USC) en un comunicado, en el que señala que los resultados indican la existencia de una relación lineal y estadísticamente significativa en la relación entre radón y cáncer de pulmón.
A mayores, los investigadores identifican igualmente que el tabaco produciría una importante amplificación del efecto, «así, una persona gran fumadora, puede llegar a multiplicar prácticamente por tres su riesgo de cáncer de pulmón (ya de por sí muy alto) si se pasa de estar poco a muy expuesta al radón en su domicilio», aclara Alberto Ruano.
Así, las personas expuestas a más de 200 Bq/m3 duplican el riesgo de cáncer de pulmón respecto a aquellas en contextos inferiores a 50 Bq/m3 en su vivienda. Para el profesor Ruano, estos resultados «indican la importancia del radón con factor de riesgo del cáncer de pulmón y la necesidad de implantación de la directiva europea sobre las radiaciones ionizantes» que, según ha indicado, «ya debería de estar en vigor desde febrero de 2018 en España».
Además, también destaca la importancia de poner en marcha iniciativas locales ya que, conforme apunta, Galicia es la Comunidad autónoma más afectada por este gas de origen natural.
El profesor de la USC advierte, además, que la magnitud del riesgo de la enfermedad debido a este gas es mucho menor que la asociada al tabaco. Eso sí, señala que la primera recomendación para alguien con un alto nivel de radón en su domicilio es que no fume «ni esa persona ni los ocupantes de la vivienda, ya que el riesgo se multiplica».