El colectivo ecologista Vaipolorío comenzará este domingo su vigésima campaña de limpieza del río Gafos que, en la primera jornada, se centrará en el inicio del sendero rural próximo al albergue de peregrinos de Pontevedra, en la calle Otero Pedrayo. Las cinco sesiones programadas –hasta el 30 de agosto– estarán marcadas por la «prudencia», ha explicado el presidente de la entidad, Gonzalo Sancho, en alusión a la situación sanitaria, por lo que en el desarrollo de la campaña estarán «atentos a las fluctuaciones de la pandemia».
Así, la media de participantes cada domingo estará entre las 20 y las 25 personas, pertrechadas con mascarillas, guantes y gel desinfectante para cumplir con las «mínimas condiciones». Las personas interesadas en sumarse solidariamente a la recogida de residuos tendrán que inscribirse por teléfono, disponible en la página de Vaipolorío en Facebook, hasta el viernes de cada semana por motivos de organización.
Por prudencia y en cumplimiento de las normas de aforo son también las razones por las que se anula la tradicional comida de convivencia con la que finalizaba cada jornada de limpieza. Y precisamente, porque «las condiciones no son las más adecuadas para las celebraciones», ha explicado el presidente de Vaipolorío, Gonzalo Sancho, han decidido «posponer para 2021» las actividades conmemorativas de los 20 años de esta campaña, por la que Vaipolorío ha recibido varios premios.
No obstante, Sancho ha destacado el agradecimiento y el homenaje de Vaipolorío a la Asociación Juan XXIII de Pontevedra, dedicada a la formación y promoción integral de las personas con discapacidad intelectual, por cumplirse «diez años continuos» de voluntariado en la campaña de limpieza del Gafos. «Es un orgullo contar con este colectivo porque, bien dirigidos, hacen su labor», ha asegurado Sancho.
SITUACIÓN
Sobre el estado actual del Gafos, desde Vaipolorío han resaltado que «preocupa mucho» su bajo caudal, motivado por la sequía de un «verano excesivamente atípico» en cuanto a pluviosidad, ya que en junio y en julio no ha llovido «ni gota».
Además, Gonzalo Sancho ha instado a la Xunta a «aspirar a que el vecindario tenga otro sistema de suministro de agua» alternativo a las captaciones «legales», argumentando que «cuanto menos caudal hay, es cuanto más tiramos del agua», por lo que en la asociación estarán «vigilantes» sobre el nivel del cauce.
En el polo opuesto, Sancho ha asegurado que la limpieza en general está «bastante bien» a pesar de la presencia de plásticos. Así, los enseres voluminosos y los electrodomésticos que protagonizaban las primeras campañas de recogida de residuos «ya no» figuran entre los residuos retirados. «Socialmente se ha avanzado bastante» en ese sentido, ha añadido, aunque «igual que una casa, el río necesita un constante mantenimiento y revisión».
Así, no descarta la aparición de mascarillas y otros elementos de uso cotidiano, en tanto «este tipo de vida hace que vivamos alrededor del plástico».
La dinámica de cada jornada -que se desarrollará de 10 a 13 horas- irá dependiendo de las necesidades, ha explicado Gonzalo Sancho, por lo que los tramos de limpieza, tanto a nivel rural como a nivel urbano y en la desembocadura del río, se dispondrán de una semana para otra.