Estudios llevados a cabo por investigadores de varias universidades y laboratorios de España y Portugal han mostrado que la utilización de nanopartículas de oro en lentillas protege el ojo frente a radiaciones.
Los trabajos que han permitido analizar este nuevo material han sido llevados a cabo por investigadores de las universidades de Santiago de Compostela, Rovira i Virgili de Tarragona y Vigo, según ha trasladado esta última. Además, profesionales del Laboratorio Ibérico de Nanotecnología de Braga (Portugal) y el Instituto Catalán de Estudios Avanzados han colaborado en estos estudios, cuyos resultados, publicados en la revista Applied Materials Today, muestran que el modo de absorción de la luz por parte de este material no perjudica la visibilidad.
El grupo de investigación de la Universidade de Vigo (UVigo) que participó en los estudios fue TeamNanoTech y su responsable, Miguel Correa, ha señalado que las nanopartículas incorporadas en las lentes de contacto absorben luces intensas y evitan que se dañe el ojo. Este investigador ha explicado que estas nanocápsulas «absorben la luz en todo el espectro visible e infrarrojo», mientras que las lentillas disponibles en el mercado «solo bloquean un color específico que podría estar asociado con un determinado láser».
En concreto, el desarrollo de estas nanocápsulas se ha llevado a cabo mediante la cobertura de perlas de poliestireno con nanopartículas de oro y sílice. Tras calcinarse esas perlas en condiciones controladas para eliminarlas, se empaparon las nanocápsulas en una solución que contenía iones de oro. De este modo, se buscaba aumentar las nanopartículas dentro de las capas de sílice para mejorar su capacidad de absorción de luz.
Los investigadores han considerado factible que estas lentillas se puedan comercializar, aunque esta posibilidad depende de la apuesta de la industria por este material.
OTRAS APLICACIONES
Actualmente, el grupo de investigación de nuevos materiales TeamNanoTech trabaja para identificar aplicaciones de las partículas en la detección de enfermedades y el desarrollo de terapias alternativas. Así, se ha apuntado que las nanocápsulas disponen de capacidad para atrapar y liberar moléculas, por lo que podrían usarse en la administración de medicamentos de forma lenta y en la recogida de indicadores que permitan diagnosticar enfermedades.
En cuanto a la capacidad para atrapar y liberar moléculas de estas partículas, Miguel Correa ha apuntado que se plantea la posibilidad de introducir una cápsula en la lente con un fármaco dentro que se pueda liberar poco a poco. Aunque se han realizado pruebas de este proceso, todavía no se ha aplicado en animales. Así, se prevé testar este método en conejos dada la similitud de su ojo con el humano.
También se ha planteado desarrollar antibactericidas mediante el oro. Así, se podrían utilizar los medicamentos para recubrir una prótesis con el objetivo de evitar que se desarrollasen bacterias en la misma. Además, se estudia la posibilidad de que los fármacos se puedan activar desde el exterior mediante herramientas como un láser infrarrojo. Del mismo modo, los investigadores vigueses analizan cómo utilizar las lentes para recoger moléculas que permitan comprobar si un paciente presenta las indicadoras de una enfermedad.
Adicionalmente, el grupo de investigación de la UVigo trabaja en el desarrollo de pequeñas cápsulas porosas que puedan ser introducidas en las células sin que el núcleo duro interaccione con el medio. Así, se podrían poner reactores en las células que fabricasen moléculas que corrigiesen las dañadas o activasen procesos del metabolismo.
Estos trabajos se encuentran en una fase inicial, pero los primeros resultados han sido publicados en un artículo en el que se ha indicado cómo se han introducido estas partículas en el cuerpo. En concreto, se trabaja con sustancias que no se podrían introducir sin estar recubiertas por su toxicidad o por la presencia de otras que las podrían cubrir y desactivar.