El joven de 27 años Brais Rodríguez, vecino de Portomarín (Lugo), ha denunciado este lunes ante la Guardia Civil del municipio lucense de Pol al alcalde de esta localidad, al socialista Lino Rodríguez, por supuesta agresión durante un partido de fútbol, mientras que el regidor la niega y asegura que no ha hecho «nada malo».
Los hechos denunciados supuestamente sucedieron en un partido en el que el Pol se jugaba el ascenso a Regional Preferente, que finalmente perdió por uno a dos frente al Portomarín.
La presunta víctima ha relatado que él llegó una hora y media antes del partido, y que consultó con el utilllero del Pol si podía encaramarse a una estructura donde la Televisión de Galicia suele colocar sus equipos cuando juega el filial del Club Deportivo Lugo en el campo del Pol.
Ya en la estructura, el alcalde subió «hasta en tres ocasiones» para invitarle a que dejara ese lugar y a que no tocara el bombo. La segunda vez que subió para afearles su actitud llegó a pedirles a los dos agentes de la Guardia Civil que los echara de ese lugar, pero no lo hizo.
La tercera vez que fue ya es cuando, según asegura, se produjo la supuesta agresión. Brais Rodríguez relata que el regidor «subió corriendo con espuma en la boca», le agarró «por el cuello». «Me arrancó dos colgantes que llevaba y me intentó tirar de la estructura para bajo», ha señalado.
«De hecho el arbitro lo recogió en el acta, que él me agarró, que yo no le puse la mano encima y que me intentó tirar de una estructura de cuatro metros de altura», ha detallado.
Este joven de Portomarín presenta «laceraciones, una marca en el cuello de forma de la cadena, en la pierna una rozadura». «Y en el brazo marcas de uña de cuando me agarró», ha señakado. «No es de recibo que un alcalde haga estas cosas y menos a un chaval delante de dos menores que van animar al equipo de su pueblo», ha protestado.
«MUY TRANQUILO»
Por su parte, el alcalde de Pol, Lino Rodríguez Ónega, ha asegurado que está «muy tranquilo» al tiempo que ha insistido en subrayar que «no» ha hecho «nada malo».
«Al principio del partido les dije que no podían estar ahí y volví al rato y también les avise pero se mofaron de mi», ha recordado. «Estaba la Guardia Civil haciendo su servicio en el campo de fútbol y fui junto a ellos y les dije que había unos chavales que estaban haciendo caso omiso de salir de ahí. En vez de acompañarme no lo hicieron y los chavales empezaron a bailar, y a tocar el bombo y les advertí pero el chaval tenía más que decir y encima burlándose de mil», ha esgrimido.
Ya una tercera vez volvió a llamar la atención de los aficionados del Portomarín. «Entonces se encararon conmigo y yo le cogí de la cinta del bombo y les mande para abajo», ha asegurado.
«Entonces empezó a gritar. Yo responsabilizo a la pareja de la Guardia Civil porque tiene que venir allí y si me dicen que ellos pueden estar ahí yo no abro la boca. Yo les dije que no podían estar ahí. Hicieron caso omiso y se mofaron de mi y tengo que aceptar las mentiras», ha manifestado resignado ante la denuncia el alcalde de Pol.