La directora de Augas de Galicia, Teresa Gutiérrez, ha atribuido el episodio de turbiedad en las augas del río Eume que llevó a la prohibición del consumo durante varios días a mediados de octubre a un «proceso natural» causado por deprendimientos de taludes en riachuelos afluentes del Eume que provocó «una alteración importante» de la calidad de las aguas «debido al arrastre de sólidos».
Así lo ha manifestado en respuesta a una pregunta formulada por el diputado socialista Pablo Arangüena durante la celebración este viernes de la Comsiión 2ª de Ordenación Territorial, Obras Públicas, Medio Ambiente e Servizos.
La responsable de Augas, ente que depende de la Consellería de Medio Ambiente, ha señalado que las conclusiones preliminares de los estudios sobre el episodio concluyen que el ahondamiento de las riberas en dos riachuelos hizo que taludes cayeran al agua y acabasen afectando al Eume por el arrastre de sólidos.
Para revertir esta problemática, la responsable de la Administración autonómica ha recordado que han sido puestas en marcha obras para modernizar la potabilizadora municipal de Pontedeume, unas obras orientadas a «reforzar» el sistema de abastecimiento y que «avanzan a buen ritmo».
Gutiérrez ha apuntado que la Xunta destinará un total de 1,5 millones de euros en trabajos para revertir el episodio en el río Eume, que ha desligado de actividades industriales que se realicen en la zona del embalse, a cuya empresa explotadora ha sido abierto un expediente por incumplimientos en las condiciones de gestión.
De las partida destinada a actuaciones en la zona, la responable de Augas ha asegurado que la «mayor parte» irá dedicada a la citada modernización de la potabilizadora, en la que se instalarán nuevos equipos y tecnologías para «optimizar» sus funciones.