Los trabajadores de Alcoa han vuelto a salir a la calle en la jornada de este martes para protestar contra el cierre de la planta de aluminio en San Cibrao (Lugo), en una jornada que ha congregado a más de 1.500 personas en A Mariña.
Después de hacer una ruta por el municipio de Cervo, la movilización ha terminado en la factoría de San Cibrao, en donde se ha hecho una barricada que corta la entrada y salida de la planta.
En declaraciones a Europa Press, el alcalde de Cervo, el popular, Alfonso Villares, indica que este es un momento «de preocupación» porque todos los trabajadores y sus familias están «viendo en riesgo su forma de vida».
Remarca que se trata de un empresa que «lleva más de 40 años funcionando y es más que entendible la situación que se está viviendo en cuanto a movilizaciones». «Hay que visibilizar la problemática que tenemos y lo que se nos puede venir encima», agrega.
De todo modos, el regidor del municipio mariñano de Cervo defiende que «hay que destacar el civismo de cómo se están comportando los trabajadores y sus familias» en las protestas de los últimos días. Muestra su «preocupación» por «las declaraciones del Gobierno», que «da la sensación de que no quieren solucionar el problema».
La solución para Villares es «muy fácil y básica»: «Necesitamos una tarifa eléctrica que sea competitiva». Ahora bien, el regidor local afirma que toda A Mariña «debe seguir en la lucha» para reivindicar «un derecho y una forma de vida» de «todos los lucenses».