El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, apuesta por aplicar fondos de la Unión Europea (UE) a industrias «esenciales» para Galicia y España como Alcoa y su planta de San Cibrao, en Cervo (Lugo). Lo contrario sería, a su modo de ver, un «gravísimo error».
Durante la duodécima videoconferencia con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el resto de líderes autonómicos celebrada este domingo, Feijóo ha trasladado su «preocupación» no solo por esta planta de aluminio primario, sino por aquellas que se verían «afectadas» por las modificaciones en la Ley de Costas que prevé la Ley de Cambio Climático y Transición Energética –remitida recientemente a las Cortes–.
En su comparecencia de prensa posterior a esta reunión, el presidente gallego ha recordado que ya que España va a recibir, según les ha trasladado Sánchez, unos 140.000 millones de euros del plan de recuperación europeo, «sería un gravísimo error» no aplicarlos a industrias «clave».
Precisamente, tras el anuncio de Alcoa de cerrar parcialmente sus instalaciones de Cervo y la «gravísima noticia», ha lamentado Feijóo, de despedir a más de 500 trabajadores –aunque los puestos comprometidos podrían superar los 700–, este mismo domingo se han producido protestas en la comarca de A Mariña en las que han participado miles de personas para pedir la «intervención temporal» de la fábrica.
Para el titular del Ejecutivo gallego, esta situación no es una «sorpresa», porque el Gobierno del Estado lleva «desde octubre de 2018 comprometiendo» la continuidad de la empresa, sin «garantizar un precio máximo» de la electricidad a las industrias que son grandes consumidoras y sin poner «ninguna solución encima de la mesa». Pero «queda un pequeño margen de semanas», ha añadido Feijóo.
Así, y dado que Alcoa se incluyó entre los servicios esenciales que debían continuar durante el cierre económico derivado de la pandemia de la COVID-19, «no tiene ningún sentido» que ahora se pierdan puestos «por no proponer» un precio de la energía. «Que se pierdan empleos por la dejadez del Gobierno central no tiene sentido», ha esgrimido.
En este contexto, Feijóo lamenta que, según ha relatado, «no recibió ni un comentario ni una respuesta» por parte del presidente Sánchez durante la videoconferencia.
LA NACIONALIZACTIÓN, «CUESTIÓN DIALÉCTICA»
Preguntado en la rueda de prensa sobre la propuesta de nacionalización de la planta que exigen algunas formaciones, entre ellas el BNG, el presidente de la Xunta ha reducido a «una cuestión dialéctica» cualquier solución «que no posibilite bajar el precio eléctrico». «Es poner lo secundario antes que lo principal», ha resumido.
Por ello, ha insistido en que se debe «concretar» el coste energético a un nivel «compatible con la viabilidad» de una actividad. Así, «automáticamente encontraremos a esa compañía y a otras en disposición de operar en la fábrica».