Expertos y profesionales del ámbito cultural han destacado la importancia de mantener la inversión en este sector ante el «riesgo» de que «colapse» tras la crisis de la COVID-19.
Así lo han expresado durante la segunda sesión del ciclo ‘Gestión y políticas culturales en los ayuntamientos. Retos ante la COVID-19?’, organizada por el Consello da Cultura Gallega (CCG) y que ha puesto el foco en conocer que se estaba haciendo en otros territorios del Estado en esta materia.
En esta sesión han participado expertos como Mª Camino Barcenilla, de la Dirección General de Cultura del Gobierno de Navarra, y Pau Raussell, responsable de Econcult, quien ha explicado que «el verdadero riesgo es que la retirada de inversión posibilite el colapso del tejido cultural». La conversación puede verse desde este jueves en el web de la institución.
Marián Fernández, gestora cultural en O Cable Inglés, fue la encargada de moderar esta cita titulada ‘Reflexiones inspiradoras’, que puso sobre la mesa cuales debían ser las estrategias para proteger el tejido cultural.
Así, para Mª Camino Barcenilla la clave está en «dar amparo legal a la política cultural al mismo tiempo que se mantiene la programación», lo que supone «generar formatos y hacer mapeos de los sectores culturales y artísticos dentro de los protocolos de seguridad». En su opinión, «es un buen un momento para hacer mapeos y observar el tejido asociativo y los profesionales que emergen con propuestas innovadoras».
Pau Raussel, por su parte, ha destacado que el consumo cultural «debe ser también un consumo ideológico» del que el ciudadano debe ser consciente y no derivar toda la responsabilidad en las administraciones.
Por ello, e partidario de una campaña que promueva el consumo cultural. «Si nosotros no alimentamos la cultura que queremos consumir, acabaremos consumiendo la cultura que las grandes empresas y mainstream quieren que consumamos?, ha añadido.
La unidad investigadora que dirige Pau Raussel ha avanzado parte de los resultados de una encuesta a agentes culturales para analizar el impacto de la COVID-19. Aunque todavía no tiene resultados concluyentes, se aprecia que existe una gran preocupación en los profesionales gallegos por como cumplir los deberes económicos y por la necesidad de contar con información sobre reprogramación.