Tanto la Fiscalía como la acusación particular han defendido este martes, en la vista de apelación por el crimen de Diana Quer en el TSXG, el «veredicto impecable» y el «detalladísimo número de pruebas» que llevaron a la condena a prisión permanente revisable para José Enrique Abuín Gey, alias ‘El Chicle’, una suma de indicios que, para los letrados de la acusación, «desvirtúan la presunción de inocencia» que reclama la defensa.
Durante la vista, que el acusado ha seguido por videoconferencia desde prisión, el letrado Ricardo Pérez Lama ha reclamado que se desestime este recurso y se confirme la sentencia de la Audiencia Provincial, que parte de unos «hechos lógicos» y arranca del elemento fundamental de que El Chicle «es el autor confeso de la muerte de Diana».
«La defensa nos está intentando imponer su versión como única razonable, desacreditando a todos los peritos y haciendo una lectura parcial del acerbo probatorio», ha dicho el letrado, para quien hay una «demostración total y absoluta» de que el acusado «abordó a Diana» en A Pobra, la trasladó viva a la nave de Asados y la «estranguló con una brida», tal y como determinaron los peritos forenses con indicios como las lesiones en los huesos del cuello o la presencia de pelos dentro del cierre de la brida que se localizó en el pozo.
Asimismo, ha recordado que El Chicle «desnudó íntegramente a Diana, como consta en el vídeo del levantamiento del cadáver», algo que es «coherente con la perpetración de un delito contra la libertad sexual. «Diana, en aquella nave de Asados, estaba indefensa, sin teléfono y sin posibilidad de escapar, sometida a la superioridad física del acusado», ha dicho el abogado de la acusación, para quien la «conclusión lógica» de las pruebas es «que el acusado mató a Diana y escondió su cuerpo en el pozo para ocultar el delito de agresión sexual».
VEREDICTO UNÁNIME
Sobre la supuesta «falta de independencia y contaminación mediática» del jurado, Pérez Lama ha dicho que «no puede prosperar», dado que «la defensa también dio pábulo a su versión en la sala y pudo hacerlo en los medios de comunicación». Sin embargo, la decisión «fue tomada por unanimidad», y ninguno de los jurados estimó que tuviese problemas de imparcialidad.
A mayores, ha defendido la labor de los peritos, que son «funcionarios públicos independientes» que «no tienen interés alguno en esta causa». «Este supuesto interés no se demostró ni se acredito, ni fueron recusados en la sala», ha recordado.
Por el contrario, ha señalado que tanto diferentes informes forenses como las periciales repetidas y ampliadas por los agentes sobre cuestiones como el posicionamiento de los móviles «iban en la misma línea» y la defensa «no pidió una contrapericia».
Pérez Lama también ha rechazado que se admitiesen «diligencias ilícitas», indicando que cuestiones como la inclusión de la sentencia por el intento de agresión sexual de Boiro «ya fueron resueltas en cuestiones previas» al juicio, y precisando que sugerir «pautas de comportamiento repetitivas no infringe derecho constitucional alguno».
Finalmente, para la acusación «la brida está total y absolutamente identificada en las actuaciones» y apoyada tanto por la declaración de los agentes como por la pericial forense, que observó pelo de la víctima dentro del cierre. «La cadena de custodia se ha observado escrupulosamente», ha dicho.
La acusación ha vuelto a rechazar la versión dada por la defensa argumentando que, en caso de que Enrique Abuín estuviese en la zona para robar gasoil, no habría sido sorprendido por la joven, al tiempo que «no daría tiempo» a causarle la muerte a Diana en el breve espacio sucedido entre la última vez que ella manipuló su móvil y el momento en el que la posición GPS la ubica ya dentro del coche, a kilómetros de distancia.
LA FISCALÍA DEFIENDE LA SENTENCIA
En la misma línea, el Ministerio Fiscal ha considerado adecuados tanto el veredicto como la sentencia, que ha reclamado que se confirme, y ha solicitado la desestimación del recurso.
En su argumentación, el Fiscal Superior de Galicia, Fernando Suanzes, ha apuntado que la defensa «abandona de forma consciente y meditada la vía de la impugnación en la valoración de la prueba», que introduce en este recurso a pesar de que está «fuera de lugar», y apunta elementos como «la contaminación mediática», la «falta de rigor profesional» o la «motivación defectuosa del veredicto», que «ya fueron alegadas en cuestiones previas y resueltas por un auto» que, a su vez, «no fue recurrido ante el TSXG», ha recordado.
Suanzes ha admitido ante el tribunal que «hay juicios que tienen una presión mediática mayor», pero, a la hora de alegar «contaminación» del jurado, hay que «precisar más» las consideraciones. «¿De qué forma se ha perturbado a los jurados? ¿Hay algún indicio en algún miembro concreto? A nuestro juicio no», ha dicho el fiscal, para quien «no parece que la presión social haya influido» en el veredicto.
Sobre la acusación de «falta de objetividad, de imparcialidad y de rigurosidad» de los peritos forenses y de la policía judicial, Fernando Suanzes ha recordado que los magistrados de recurso «no están para valorar» este tipo de cuestiones. «Si dice: a mi los peritos no me convencen, no me agrada su forma de actuar… Dígaselo a los jurados, no a los magistrados», ha apuntado el Fiscal Superior.
Para concluir, el fiscal ha rechazado que el veredicto tenga una «motivación defectuosa», ya que «expresa con mucho detenimiento» los elementos en los que se basa. «Está totalmente alejado de la realidad decir que el veredicto tiene motivación defectuosa, cumple todos los estándares habidos y por haber», ha dicho Suanzes, para quien tampoco existe «un desierto probatorio». «Podemos decir: ‘No me gusta como se ha hecho, no me gustan las pruebas o su valoración’, pero tanto el veredicto como la sentencia van argumentando todo parte a parte», ha concluido.