La comunidad gallega ha insistido durante la reunión del Comité Europeo de las Regiones que las medidas de control fronterizo deben ser «temporales y proporcionadas» a la incidencia de la infección por la COVID-19 y ha apostado por «flexibilizar» de forma gradual los que se establecen entre Galicia y Portugal.
El director xeral de Relacións Exteriores e coa UE, Jesús Gamallo, participó este miércoles en un encuentro telemático de este organismo, en el que se abordó la libertad de movimiento de ciudadanos dentro del territorio europeo.
Los países que conforman el llamado ‘Espacio Schengen’ reintrodujeron los controles fronterizos como medida para contener la propagación del virus. Al respecto, Gamallo ha recordado que la libertad de circulación representa «una piedra angular» del funcionamiento de la UE y para el funcionamiento del mercado interior, por lo que este tipo de controles deben empezar a levantarse de forma paulatina y antes que las restricciones en las fronteras exteriores.
La Comisión Europea invitó el pasado viernes a los Estados miembros y asociados del Shengen a prorrogar 30 días más, hasta el 15 de junio, la restricción temporal de viajes no esenciales de entrada y salida de la UE, que está vigente desde el 16 de marzo con motivo de la crisis sanitaria.
Gamallo ha insistido en la importancia de «flexibilizar» estas acciones en el caso de la Eurorregión Galicia-Norte de Portugal, tanto por la particular permeabilidad de la ‘Raya’, la incidencia sanitaria en estas zonas como la relevancia de las Eurociudades en la recuperación económica a corto y medio plazo.
GESTIÓN Y TENSIÓN
Otro de los puntos abordados se refería al análisis del papel desarrollado por la UE en respuesta a la crisis, sus consecuencias en la confianza ciudadana, los límites del Estado de derecho y la democracia por los estados de emergencia, o la visión de la ciudadanía al respecto, así como posibles medidas ante las acciones de desinformación emprendidas por algunas sectores en este contexto.
Los miembros aprobaron la celebración de un debate virtual para analizar las tensiones que se están produciendo entre la gestión de la crisis, el ejercicio de las libertades fundamentales y el impacto de las ‘fake news’.
Asimismo, se trató la necesidad de adaptar el diseño de la conferencia sobre el Futuro de Europa para otoño de este año, en la medida en que las circunstancias sanitarias lo permitan.