La Audiencia Provincial de A Coruña ha acogido este miércoles su primer juicio desde el inicio del estado de alarma, una vista que ha durado unos cinco minutos tras existir un acuerdo de conformidad en el que el acusado de un robo en la ciudad herculina aceptó una pena de dos años y ocho meses de prisión.
El procesado llevaba guantes y mascarilla, que solo se quitó para aceptar la condena pero que luego se volvió a poner. Tampoco la emplearon ni el presidente de la sala, ni el fiscal ni el abogado para que se entiendera bien lo que decían en la grabación que se realiza en los juicios.
Otras medidas para cumplir el distanciamiento entre los asistentes fue alargar la mesa, incorporando otra más, del lugar donde se sienta el tribunal, así como quitar la que normalmente hay en la zona donde declara el procesado. A su vez, los periodistas asistentes estuvieron separados entre ellos.
GARANTIZAR LA SEGURIDAD
En declaraciones a los periodistas, el presidente de la Audiencia Provincial de A Coruña, Ignacio Picatoste, ha señalado que se han aplicado las medidas que establece el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el Ministerio de Sanidad y el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.
Con todo, ha destacado las ventajas que supone, a estos efectos, el que la Audiencia coruñesa se ubique en un edificio rehabilitado y que el juicio se celebrase «en una sala muy amplia». Por otra parte, ha reiterado que se celebrarán los juicios «intentando dar respuesta a las necesidades que surjan y garantizando la seguridad de todos» lo que supondrá «limitar» el acceso de público a los juicios.
Sobre el uso de medios telemáticos para la celebración de los mismos, ha dicho que se intentará hacer uso de los mismos y teniendo en cuenta «las garantias procesales imprescindibles».
Inicialmente, y por un robo con fuerza cometido en la madrugada del 12 de febrero de este año en la ciudad herculina, la Fiscalía solicitaba seis años y seis meses de cárcel para el acusado de robar, de madrugada, la recaudación de un establecimiento situado en la avenida de Finisterre tras fracturar con un adoquín el cristal del local.
El Ministerio Público tenía en cuenta a la hora de solicitar la condena, que se rebajó tras el acuerdo de conformidad, la agravante de multirreincidencia del acusado, que se encuentra en prisión.