Los agentes medioambientales que participaron en el servicio de voluntariado en zonas rurales, puesto en marcha por la Xunta el pasado 2 de abril para hacer seguimiento del confinamiento y atender a los vecinos durante el estado de alarma, realizaron en este período más de un millar de actuaciones.
Así se ha trasladado en la videoconferencia mantenida este martes por la conselleira de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, Ángeles Vázquez, y los representantes sindicales del colectivo.
Desde el pasado 2 de abril, un total de 64 agentes dependientes de esta Consellería (18 en la provincia de A Coruña, 18 en la de Ourense, 14 en la de Lugo y 14 en la de Pontevedra) llevaron a cabo 1.098 actuaciones orientadas fundamentalmente a garantizar la cobertura de necesidades básicas de personas mayores o con alguna discapacidad en zonas rurales y aisladas.
Así, entre el 2 de abril y el 10 de mayo, al amparo de esta iniciativa (aprobada en el marco del estado de alarma por la crisis del coronavirus) se realizaron más de 2.000 visitas a municipios (una media de 54 al día), con jornadas en las que se llegó a intervenir en más de 80 municipios diferentes.
Según ha explicado la conselleira, en este período se registró una media diaria de 24 agentes prestando servicio de voluntariado y, en total, se sumaron casi 7.500 horas de trabajo. En lo que respecta a la atención social en zonas rurales, se contactó con 219 personas y se atendió presencialmente a 57.
Por otra parte, los agentes medioambientales interceptaron a 879 personas que se saltaron el confinamiento y, en el ejercicio de sus competencias de vigilancia, tramitaron 22 denuncias.
SEGUIMIENTO SOCIAL
Entre las tareas más frecuentes llevadas a cabo por estos efectivos está la vigilancia y el contacto visual o telefónico con personas mayores o con alguna discapacidad que viven solas en zonas rurales aisladas y de difícil acceso.
Según ha subrayado la Consellería, «se trata de mantener un seguimiento de carácter social de aquellos colectivos más vulnerables» para atender a sus posibles necesidades, o detectar cambios en su estado de salud, tanto física como mental.
A través de contacto telefónico o acudiendo directamente a las viviendas, los agentes ofrecen «confianza y tranquilidad» a las personas aisladas, y recaban información de primera mano para los servicios sociales municipales sobre la situación de sus vecinos.
OTRAS LABORES
Por otra parte, estos agentes también realizan labores de vigilancia en los caminos rurales y espacios naturales (especialmente los incluidos en la Red Natura) para hacer cumplir las medidas de confinamiento decretadas por el estado de alarma.
En todo caso, ha precisado la Xunta, la prestación de estos trabajos voluntarios «queda supeditada siempre a la realización de cualquiera de los servicios esenciales propios de las funciones que tiene atribuidas en exclusiva el colectivo de los agentes medioambientales».
La Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda dispone de 146 agentes distribuidos por todo el territorio rural de Galicia aunque, para este programa de voluntariado, se excluyó a las personas consideradas vulnerables frente al coronavirus, como los agentes mayores de 60 años, los diagnosticados de hipertensión arterial, diabetes, problemas cardiovasculares o pulmonares crónicos, cáncer, etc.