Varios ayuntamientos gallegos han reabierto en los últimos días sus mercados agroalimentarios, en los que se ha registrado una baja afluencia, despúes de que el Boletín Oficial del Estado (BOE) permitiese que se llevasen a cabo a partir de esta semana.
Algunos municipios que suelen acoger estas ferias al comienzo de la semana, como Vilagarcía de Arousa (Pontevedra), optaron por retrasar su reanudación dada la necesidad de reorganizarlas para garantizar el cumplimiento de la normativa de seguridad establecida por las instituciones. Mientras, otras localidades han acogido distintos mercados de productos de alimentación y perecederos en los últimos días.
Uno de los primeros municipios en reiniciar esta actividad ha sido Betanzos (A Coruña), que este martes celebró de nuevo una feria en la que se asentaron en torno a una decena de comerciantes ambulantes, un número muy inferior al contabilizado habitualmente, según han indicado a Europa Press fuentes del Consistorio.
También en Ordes (A Coruña) se celebró este miércoles un mercado en el que se registró una baja afluencia, según ha detallado el alcalde, José Luis Martínez. Esta feria suele contar con puestos de venta de productos de alimentación, calzado y artesanía, pero dado que solo se permite la apertura de los primeros, el volumen de puestos instalados ha sido inferior al habitual.
Esta situación ha permitido que la distancia establecida entre los puntos de venta fuese mayor a la obligatoria, según ha destacado tras incidir en que se respetaron las medidas de seguridad. Así, el regidor de la localidad coruñesa ha indicado que la Policía Local ha vigilado el cumplimiento de las instrucciones de prevención de contagios dictadas por las instituciones y ha afirmado que no se registró ninguna incidencia.
Asimismo, Monforte (Lugo) acogió este miércoles un mercado agroalimentario en el que se instalaron dos puestos, según han indicado fuentes del Consistorio. Así, agentes de la Policía Local se desplazaron a la zona en la que se instalaron los puntos de venta al aire libre, a los que acudió un bajo número de consumidores, para controlar el cumplimiento de la normativa de seguridad.
Las localidades pontevedresas de Vilagarcía y Cambados esperan poner en marcha esta actividad durante la próxima semana, al igual que la de Sada (A Coruña), mientras el gobierno local de Ribadeo (Lugo) todavía no ha fijado una fecha para su reapertura.