El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, comparecerá esta semana por segunda vez desde que se decretó el estado de alarma el pasado 14 de marzo, previsiblemente hacia finales, ya que tienen que pasar 48 horas entre la convocatoria y la celebración. El mandatario autonómico registró su petición oficial el pasado jueves.
La hasta ahora ausencia –salvo en una ocasión– de Feijóo en el Parlamento fue criticada por la oposición, mientras que los populares han defendido que por la Cámara, que está en funciones desde la disolución del hemiciclo el pasado 11 de febrero, han acudido varios conselleiros como el vicepresidente, Sanidade, Política Social, Educación, Medio Ambiente y Facenda.
En rueda de prensa, el portavoz del Grupo Popular, Pedro Puy, avanzó que tendría lugar esta comparecencia del presidente de la Xunta, que los grupos de la oposición han demandado hace más de un mes, lo que le valió las críticas en tromba de todos los grupos en la Cámara.
Precisamente, este mismo lunes, los portavoces de la oposición han vuelto a criticar que el presidente de la Xunta «incumpliese» su compromiso de reunirse con los principales líderes el domingo tras la reunión de la conferencia de presidentes. Además, han vuelto a censurar que Feijóo no acudiese en todo el mes de abril a rendir cuentas al Parlamento de Galicia.
Por otro lado, en rueda de prensa posterior a la reunión del grupo este lunes, el portavoz parlamentario del PPdeG también se ha sumado al «dolor» ya expresado por la Xunta, que ha decretado luto oficial.
INCERTIDUMBRE
En la reunión, se ha analizado el «alto nivel de incertidumbre» que es «propia» de la crisis sanitaria, pero también por la «gestión» con «anuncios que no se concretan. En este sentido, también ha censurado la aplicación de las mismas medidas en todos los territorios.
Concretamente, ha mostrado sus «muchas dudas» por la extensión del estado de alarma de forma «ilimitada» y ha tachado de «excesivo y desproporcionado» que se emplee esta situación excepcional para no solo atender la crisis económica, sino también la «recuperación económica». A su juicio, deben separarse.
Puy también mostró sus dudas por la «incertidumbre financiera», en relación a los fondos públicos que usa la administración, que se puede plantear en un entorno en el que «no se conoce» cuál va a ser el presupuesto del estado mientras se anuncian 16.000 millones, sin que ese «conozcan los criterio de reparto». Por eso apoyó la propuesta de Feijóo de tener en cuenta el coste efectivo de atender a la población, la dispersión poblacional, etc.