El Juzgado de Instrucción número 4 de Betanzos ha concluido la investigación por la que ordena que se siga la causa contra dos funcionarios –mientras acuerda el sobreseimiento para otros dos– de la prisión de Teixeiro (A Coruña) y un recluso por una agresión entre ellos en octubre de 2018.

De este modo, ahora se quedan a un paso de la apertura de juicio oral a la espera de las peticiones que realicen las partes. La instructora ordena continuar la causa contra estos dos funcionarios por un delito leve de lesiones, mientras no observa «motivos bastantes» para acusar a los otros dos funcionarios.

Con base en el informe forense, el recluso sufrió una contusión costal y otra en el hombro izquierdo, «sin evidencia radiográfica de fractura». Las heridas, de las que tardó en sanar siete días, fueron calificadas en el informe médico como «perjuicio básico».

Respecto al interno, se continúa para identificar si es fue autor de delitos de lesiones, uno de ellos leve, de un delito de resistencia y de otro leve de daños.

HECHOS CON INDICIOS DE CRIMINALIDAD

De las diligencias practicadas, según el auto, deriva la existencia de indicios de criminalidad. Así, la jueza relata que el 10 de octubre de 2018, cuando los funcionarios procedían al cacheo previo a la bajada de los internos, uno de los reos se mostró reticente a que se lo realizasen, por lo que los trabajadores decidieron dejarlo para el final. Una vez solo en la galería, retomaron la inspección.

El recluso se situó en el exterior de su celda y se dejó cachear sin oponer resistencia, según señala la instructora. Después, se colocó junto a la pared mientras le registraban la celda. A partir de este momento, encontrándose rodeado por cuatro funcionarios, se inició entre ellos un intercambio de palabras durante el cual uno de los vigilantes golpeó en varias ocasiones con una porra al recluso. Mientras, otro de los trabajadores presuntamente lo golpeaba y lo sujetaba con fuerza para que no se moviese.

La titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Betanzos señala que, tras los golpes, supuestamente el interno intentó protegerse, pero fue golpeado de nuevo por uno de los funcionarios con la defensa que portaba. Entonces, el reo logró zafarse. Sin embargo, los funcionarios le dieron alcance, ante lo que reaccionó «braceando en todas las direcciones» para intentar repelerlos y, de un puñetazo, derribó a uno de ellos. Tres funcionarios sufrieron heridas de diversa consideración por las que reclaman ser indemnizados.

Cuando los trabajadores del centro penitenciario abandonaron el lugar, el recluso volvió a su celda y rompió enseres de su interior, los cuales fueron tasados en 270 euros. El Ministerio Fiscal y las demás partes implicadas en la causa pueden interponer contra el auto recurso de reforma o subsidiario de apelación.