Los grupos de la oposición de la Cámara gallega –PSdeG, Común da Esquerda, BNG y Grupo Mixto– se han aliado para presentar una propuesta conjunta con la que quieren que se reactive la actividad parlamentaria, que se encuentra a medio gas debido a la disolución del hemiciclo por la convocatoria de elecciones para el 5 de abril, que fue anulada, ante la crisis sanitaria por el coronavirus.
Los grupos se reunieron el pasado jueves, tras la celebración de la Diputación Permanente en la que comparecieron los conselleiros de Sanidade y de Educación para tratar de alcanzar un acuerdo. Pero el tenso debate, con reclamaciones desde la oposición para que comparezca el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, propició que ese diálogo se saldase con reproches y sin acuerdo de todo el arco parlamentario.
El informe de los servicios jurídicos elaborado ad hoc, a propuesta de todos los grupos, para estudiar la actividad que se puede llevar a cabo en el órgano que está de guardia entre legislaturas, avala que se realicen comparecencias y preguntas de control al Gobierno, pero precisaba que podían hacerse iniciativas como proposiciones no de ley únicamente si había «acuerdo político», el cual todavía no se ha concretado. En esa reunión del viernes, los populares también quedaron en diseñar una propuesta.
Así las cosas, los grupos de la oposición plantean dos periodos. Durante la situación del estado de alarma, proponen una reunión de la diputación permanente una vez a la semana; que el presidente de la Xunta comparezca en todas esas reuniones que se celebren y que al menos un conselleiro acuda también semanalmente. El nombre de ese miembro del Gobierno se «decidirá por acuerdo de los grupos».
La oposición también propone que se puedan presentar iniciativas no legislativas.
PARA DESPUÉS DEL ESTADO DE ALARMA
Para una vez que se supere la situación del estado de alarma y de emergencia sanitaria y hasta la celebración de nuevas elecciones, los grupos de la oposición plantean un mayor funcionamiento de la Cámara gallega.
Así, una vez determinada la fecha de los nuevos comicios, deberá establecerse el número de iniciativas totales (como se hace por los periodos ordinarios al inicio de cada legislatura), manteniendo «los criterios de proporcionalidad en el reparto de iniciativas que para cada periodo de sesiones se venía utilizando».
Para esta segunda fase, los grupos de la oposición proponen que la diputación permanente mantenga una reunión semanal y que cada 15 días el orden del día incluya preguntas al presidente de la Xunta, siguiendo el esquema plenario ordinario. Cuando no haya preguntas al presidente, Alberto Núñez Feijóo «deberá comparecer».
En cada sesión, «habrá tres interpelaciones», las cuales darán lugar a mociones, que se debatirán en la siguiente reunión de la diputación permanente. Cada grupo parlamentario podrá presentar una proposición no de ley.
Asimismo, en cada sesión habrá nueve preguntas al Gobierno, que se distribuirán entre los grupos conforme a los criterios establecidos en los periodos ordinarios.