La jardinería en Galicia emplea a unos 7.000 trabajadores, según datos de la Asociación Galega de Empresas de Xardinería (AGAEXAR); una cifra a la que se añadirían autónomos y empleados de corporaciones con división medioambiental. El colectivo autonómico teme que las Administraciones anulen proyectos pero confía en «que no lo hagan porque de él dependen muchas familias», ha señalado su presidente, Víctor Pérez, demandando inversiones en zonas verdes.
«La Administración dice que no ha parado nada y que lo licitado se va a terminar», pero existe «miedo a que ni se proyecte, ni se licite lo que se iba a hacer». A falta de «esperar un par de meses a ver cómo va todo», los representantes de las organizaciones autonómicas –Galicia, Cataluña, Valencia, Canarias, Aragón, Andalucía y el grupo de La Rioja, Navarra y Soria– que conforman la Federación Española de Empresas de Jardinería (FEEJ) se reunirán telemáticamente esta semana para analizar medidas que trasladarán a la Administración «para que se mantengan los proyectos y no paren el sector».
Desde que en marzo se implantaron las medidas de confinamiento como consecuencia de la pandemia de COVID-19, el sector de la jardinería en Galicia ha sufrido las consecuencias de forma desigual. «Dentro de lo malo, a los autónomos les ha afectado menos porque continuaron trabajando, mientras que las empresas con trabajadores, no», ha explicado el presidente de AGAEXAR a Europa Press sobre la fase «de parón obligatorio».
En el caso de los trabajadores por cuenta propia «no se corría riesgo porque iban al jardín de las casas particulares, sin estar en contacto con nadie». En otros casos, como «restaurantes u hoteles que han paralizado su actividad, ese porcentaje de clientes se ha perdido», ha lamentado Pérez sobre la importancia de la temporada que abarca de marzo a junio y en la que «se concentra la mitad de la facturación de todo el año».
«Si nosotros paramos, influye a todo el sector, es una cadena», ha precisado sobre la repercusión en los proveedores de maquinaria, semillas o abonos. «Es más amplio de lo que parece», ha indicado Pérez, enumerando a vendedores de flores, productores de plantas tanto ornamentales como forestales, especialistas en podas, limpieza de viales, empresas de paisajismo, de obras de jardinería o mantenimiento, entre otros servicios vinculados al «sector medioambiental».
MACROENCUESTA
El avance de una macroencuesta sobre los efectos de la epidemia de coronavirus organizada por el portal Guía Verde entre empresas de horticultura, bricojardinería y su industria auxiliar ha revelado que un 64% de los 300 primeros participantes teme por la continuidad de su empresa al calcular el descenso del volumen de ingresos entre un 50 y un 75%. Asimismo, un 75% han calificado de «muy negativo» el impacto de la crisis.
«Todas las pequeñas y medianas empresas a nivel estatal vamos a tener esos problemas», ha destacado Víctor Pérez, pues a falta de saber «qué va a pasar, todo dependerá de lo que tarde la economía en volver a funcionar». En el caso de la jardinería, «si en mayo empieza a reducirse el estado de alarma, abren los viveros de venta de planta y se reactiva todo, se salva parte de la temporada». Un escenario «peor» supondría que el confinamiento se alargase «hasta junio».
ACTIVIDAD ESENCIAL
Por ello, desde AGAEXAR y FEEJ han reclamado que las tareas medioambientales «se consideren una actividad esencial, como la limpieza», argumentando que desempeñan «un trabajo importante para la ciudadanía» porque el tiempo que han permanecido paradas «se ha notado la falta de mantenimiento en las zonas verdes». En este sentido, para Víctor Pérez, la situación actual servirá «para que se valore más» la jardinería.
«La naturaleza no entiende de parones, sigue creciendo, desarrollándose y necesita unos cuidados», como los tratamientos que necesitan las plantas ante las plagas o los daños «a veces irrecuperables» en el arbolado. «En el medio natural hay elementos cuyo valor es incalculable», ha destacado el presidente de AGAEXAR, quien también insiste en defender la continuidad del sector «para cubrir unos servicios mínimos, cumpliendo las medidas de seguridad, y atender bien las zonas verdes».
De igual modo, «por el bajo riesgo de contagio por el tipo de actividad que realizan», ha sido partidario de permitir la actividad de los productores de plantas y los viveros, equiparándolos con la agricultura. Y al igual que los supermercados, Pérez ha abogado por la apertura de las tiendas «garden» que suministran material de mantenimiento para jardines porque «las plantas son seres vivos que hay que cuidar».
«También nos ha perjudicado el parón en la construcción», ha abundado, «porque la jardinería y el paisajismo son una parte indispensable de cualquier obra pública en la parte final de la obra». El aplazamiento o la supresión de esos trabajos también han hecho mella en los ingresos.
AHORA FLORES Y PLANTAS
Precisamente, para dar a conocer los problemas del sector y contribuir al «rescate» del sector viverístico, las organizaciones sectoriales han impulsado en las redes sociales la campaña #AhoraFloresYPlantas en la que los profesionales inciden en los «múltiples beneficios de las plantas para la salud y el bienestar físico y mental».
«Si dejasen comercializar flores y plantas, igual que las tiendas agrícolas siguen abiertas, la gente estaría comprando», ha asegurado Víctor Pérez. «Estoy convencido de que incluso habría más ventas que en un período normal porque en momentos de crisis se valora más la naturaleza y se disfruta más de los jardines particulares», ha insistido el presidente de AGAEXAR. «Del mismo modo que se han comprado botes de pintura para pintar las casas, también se animarían a comprar macetas y tierra para plantar», como ya se ha visto en el mercado online, que percibieron un aumento de ventas de «sustrato y abonos».
Al mismo tiempo, Pérez cree que la «falta de información y conciencia» son las razones que explica la «escasa atención de los gobiernos» a este sector.
Esta epidemia ha motivado que se retrasen los Premios Xardín Galego que AGAEXAR y la Asociación de Cultivos del Baixo Miño (ACUBAM) habrían entregado en marzo, como también «están en el aire» ferias «importantes» como Iberflora en Valencia, del 6 al 8 de octubre. En ese mes también se designarían las localidades ganadoras de los Premios Vilas en Flor Galicia que convocan AGAEXAR y la Asociación de Viveiristas do Noroeste (ASVINOR), así como las Xornadas de Xardinería Galaico-Portuguesas cuya organización estaba «bastante avanzado» para celebrarse en un municipio del sur de la provincia de Pontevedra.
«La naturaleza es sabia y se autorregula cuando hay mucha cantidad de una especie», ha explicado Víctor Pérez, considerando la aparición del llamado COVID-19 como «algo natural» que ha devenido «para que no se rompa el equilibrio» del planeta. El presidente de AGAEXAR ha sido crítico con la globalización y el movimiento «exagerado» de población y viajeros, relacionando este fenómeno con la generalización de «enfermedades y plagas».
Así, la presencia en Galicia de «bacterias que no tienen cura y plagas que no existían» como las que atacan a cítricos y palmeras, habían surgido «antes que el coronavirus». También ha criticado el papel «autodestructivo» de la propia humanidad, por lo que «a la naturaleza le viene bien que el ser humano pare», argumentando que «se nota una mejoría del medio natural en que hay menos contaminación y se ven más animales», por lo que ha apelado a aprender de esta experiencia para que en el futuro haya «más control en el flujo de personas».