El número de contagiados por COVID-19 en la provincia de Lugo cada vez aumenta en menor medida. En una semana, los positivos detectados en la provincia no pasaron de los 60. Los ingresados en los hospitales también disminuye de forma exponencial y el número de fallecidos se estanca en los 26.
En declaraciones a Europa Press, el gerente del Hospital Universitario Lucus Augusti, Ramón Ares, ha ratificado que se está «en una fase de descenso». No en vano, ha destacado que «cada vez hay menos ingresados tanto en planta como en UCIs».
Ares ha afirmado que «el número de test arrojó pocos positivos en cuanto a los realizados a la gente» y ha añadido que «muchos no son nuevos infectados ,si no, pacientes a los que se les repite la prueba y tardan más en negativizarse». El responsable del HULA también ha remarcado que hay «un número de contagios en sanitarios menor que en otras áreas».
En cuanto a los factores por los que la provincia de Lugo está siendo de las menos afectadas por la pandemia, Ares afirma que se dan «varios factores». El factor sociodemográfico de Lugo «con núcleos más pequeños de población favorece a que el virus no se expanda».
Asimismo, opina que «la circulación comunitaria en Galicia fue menor que en otros lugares» y que, «en Lugo, esa circulación se produjo más tarde que en el resto de la comunidad», por lo que la provincia tuvo «más tiempo» para prepararse.
Ramón Ares también ha puesto en valor «el gran trabajo» realizado en las residencias de mayores para que el virus no entrara con tanta fuerza. Considera que «evitó más casos de contagios», aunque también afirma que «el factor suerte a veces también es necesario».
Según el máximo dirigente del hospital lucense, la desescalada, a partir del domingo, «no tendría que afectar al número de positivos futuros» siempre y cuando –afirma– «respetemos las medidas de seguridad». «Tenemos que ir pensando en volver a la normalidad y hay que dejar salir también a los mayores porque necesitan salir a la calle también», ha concluido.