Un 61% del profesorado gallego afirma tener problemas para conectar con su alumnado y la práctica totalidad suspende la actuación de la Consellería de Educación frente a la crisis derivada de la pandemia del coronavirus.
Así se desprende de una encuesta realizada por la CIG-Ensino entre el día 11 y el 16 de abril y que, según ha destacado el sindicato nacionalista en un comunicado, contó con la participación de 6.352 docentes.
En concreto, el estudio detalla que solo un escaso 20% del personal docente afirma que puede interactuar sin problemas con el alumnado. La mayoría (61%) dice que puede comunicarse con limitaciones, principalmente con origen en los estudiantes (el 82% de los que tienen limitaciones).
La CIG avisa de que, como era previsible, existe una mayor afectación derivada de vivir en el ámbito rural, ya que respecto al alumnado que habita en ciudades y pueblos medios, hay una diferencia de diez puntos porcentuales (45% frente a 34 o 35%).
Pero, sin duda, el dato más contundente, para la CIG, es que en el 25% de las aulas del profesorado que contestó al cuestionario la participación es inferior al 30%. Frente a este dato, solo un 10% de las clases registran una participación mayor del 90%.
«Si hacemos una analogía de la situación de la teleformación con un centro escolar ordinario, la mitad de las aulas tendrían importantes ausencias y en la otra mitad la inmensa mayoría de los pupitres estaría vacíos», señala el sindicato.
Como resumen del resto de respuestas, el profesorado dice que en más de la mitad de sus clases participa menos del 50% de los estudiantes, y detalla en los comentarios que, además de problemas de cobertura, existen otros condicionantes socio-económicos detrás de esta desconexión como la dificultad de las familias para el manejo de los dispositivos electrónicos y de las plataformas educativas.
ALUMNOS CON NECESIDAD DE APOYO ESPECÍFICO
El sindicato señala que, en el caso de los niños y niñas que tienen diversidad funcional o que necesitan de un apoyo específico, se comprueba como sufren con mayor carga de profundidad la falta de recursos y de interacción con su profesorado habitual y con los especialistas de pedagogía terapéutica y audición y lenguaje.
De este modo, más de dos tercios de las respuestas apuntan a una diferencia apreciable con el resto del alumnado. La mitad de ellas (casi el 35% del total de las respuestas) indican una menor participación de estos estudiantes y casi un 31% señala a los insuficientes recursos y materiales adaptados.
En la encuesta elaborada por la CIG, además, dos tercios del profesorado participante dice que la nueva situación creada con la supresión de la docencia presencial y el confinamiento le supuso un incremento muy importante de trabajo. Y es que, según señala la CIG, el 54% afirma que no contaba con formación o experiencia previa en la teledocencia.
SUSPENSO A LA CONSELLERÍA Y A LA INSPECCIÓN
La CIG sostiene que en lo que hay prácticamente unanimidad entre el profesorado participante es en la sensación de los profesionales de sentirse «solos, abandonados por la administración, sin directrices claras y con la responsabilidad de tomar decisiones de cara a las familias y al alumnado que le competen a la autoridad educativa».
Al respecto, la CIG-Ensino argumenta que «el silencio y la inacción» que demostró el departamento que dirige Carmen Pomar hasta el momento en la gestión de la crisis fue «duramente criticado» por el sindicato y protagoniza también «las quejas más destacadas» de los participantes en la encuesta.
Así, señala que la práctica totalidad del profesorado (95%) considera como insuficiente la actuación de la administración educativa y tan solo un 5% la considera adecuada. El 90% reclama la necesidad de unas instrucciones claras que permitan afrontar el segundo trimestre y su evaluación, así como el desarrollo de este hasta finales de curso.