Tres gallegos que llegaron de viaje de vacaciones a Argentina el pasado 7 de marzo y del que no han podido salir todavía, debido a la cuarentena decretada, afirman sentirse «desesperados» al no habérseles permitido salir en el viaje de regreso que tenían programado.
«Nos sentimos abandonados por nuestro Gobierno», ha apuntado a Europa Press Lina Bernárdez, vecina de Poio (Pontevedra), que fue también alcaldesa de O Grove –entre los años 1987 y 1991–, localidad de donde son sus dos acompañantes, Antonio Puentes y María del Pilar Rivera.
Según han explicado, ellos iniciaron un viaje por este país a principios de marzo y su intención era volver en un vuelo previsto para hace unos días y que les cancelaron. «Terminada nuestra cuarentena, el país entró en cuarentena», ha precisado Lina Bernárdez sobre el motivo que les obligó a quedarse en Argentina.
En estos momentos, se encuentran en la ciudad de Rosario, primero estuvieron en un apartamento donde les acogió un allegado, pero luego tuvieron que irse a un hotel, que se costean ellos mismos. «Las nuevas órdenes del país sancionaban a quienes acogieran extranjeros», apunta.
«Estamos pagando un hotel del que apenas podemos salir a comprar alimentos por el rechazo que sentimos», añade. Al hilo de ello, apunta a la existencia de rechazo a turistas «que vienen de países contaminados», apunta sobre la incidencia del coronavirus.
EN UNA LISTA PARA LA REPATRIACIÓN
Por otra parte, ha precisado que el consulado español les ha comunicado el martes que están en una lista con otros españoles «a la espera de algún vuelo». «O sea igual que al principio», lamenta Lina.
Además, insiste en que no fue culpa de ellos no haber podido regresar antes. «No nos lo permitían mientras durase la cuarentena», remarca, incidiendo en que se encuentran «desesperados».
Sobre su caso, desde la Delegación del Gobierno han explicado que, en este como en otros, se están siguiendo los cauces de la oficina consular. «El Ministerio de Exteriores que lleva este tema se ha comprometido a repatriar a todos los que lo demanden». «Se está haciendo en la medida de lo posible y en función de las circunstancias de cada país», han apostillado.