El líder del PSdeG, Gonzalo Caballero, ha considerado que lo que sucedió en el último pleno municipal de Ourense «es una vergüenza» y ha apelado al presidente del PPdeG a dar «la cara» y trasmitirle a sus «concejales» que «tienen que quitarle inmediatamente el apoyo al actual alcalde», Gonzalo Pérez Jácome.
Gonzalo Caballero ha mostrado su apoyo este miércoles al grupo municipal socialista en Ourense después de que el pasado viernes –durante el debate sobre una moción en la que se debatía sobre el comportamiento del regidor– Jácome les faltase «al respeto a los miembros de la corporación y a los vecinos con sus indignidades y sus expresiones».
El también candidato del PSdeG a la Presidencia de la Xunta ha instado al regidor ourensano a que «rectifique inmediatamente» por su «machismo recalcitrante, su falta de respeto institucional y sus declaraciones soeces e inoportunas», ya que «un alcalde de una gran ciudad no puede estar en ese nivel de política de crispación, de tensión y de insultos», propio de una «república bananera». «No vamos a dar ni un paso atrás», ha reiterado.
Asimismo, ha responsabilizado de este extremo a Feijóo, «que puso al alcalde de Ourense al frente de esta ciudad después de decir que era algo letal» y le ha invitado a venir «a dar la cara» o a «decirle a sus concejales que tienen que quitarle inmediatamente el apoyo»; de lo contrario, ha añadido, «tendrá que ser Pablo Casado el que tome medidas en el asunto». «Feijóo y Jácome no le pueden estar escupiendo de forma continua a los ciudadanos», ha abundado.
El líder de los socialistas gallegos ha tildado el comportamiento del regidor de Democracia Ourensana (DO) de «vergüenza sin comparación en España» y ha denunciado que «no está a la altura de lo que esta gran ciudad merece», ya que «sobrepasa las fronteras de Galicia» y en todo el país «están hablando del caso de Ourense como un esperpento».
Caballero, a su vez, le ha transmitido todo su apoyo a los ediles en la ciudad y ha defendido al líder del PSdeG en la provincia de Ourense, Rafael Rodríguez Villarino, como el «alcalde legitimo porque fue el más votado», al mismo tiempo que le ha reprochado al «PP y a Jácome» ser «conscientes de que hicieron una tropelía, una indignidad en la ciudad» y de estar viendo «que la mayoría de la ciudadanía rechaza» su Gobierno.
MOCIÓN PARA «REPROBAR» A JÁCOME
En la misma línea, Villarino ha descrito el panorama de «inadmisible», protagonizado por una «figura que no tienen ningún tipo de control, inestable, que carece de escrúpulos, que trata mal a los vecinos e incluso a los representantes de personas con discapacidad y que denigra continuamente a las mujeres».
Por ello, ha adelantado esta mañana que el PSdeG llevará al próximo pleno una moción para «reprobarlo», a la vez que ha culpado a Feijóo igualmente de provocar esta situación a través de un «pacto» para «colocar» a Jácome «como un títere del PP», para «garantizar el gobierno de la Diputación provincial» y también para que DO «no se presentase a las próximas elecciones autonómicas».
Villarino ha declarado, además, que le «llaman» de «toda España» y le «muestran su solidaridad» con «miles de mensajes de apoyo» y «sobre todo preguntas dirigidas al PP,» sobre «cómo es posible que sus concejales ni siquiera muestren un mínimo de vergüenza o disculpa»: «Ya no decimos nada de los representantes de DO porque básicamente son todos cautivos».
Concretamente, el líder de los socialistas ourensanos ha querido subrayar que las edilas Natalia González y Juana Ageitos «fueron una vez más vejadas por esta persona –Jácome– de un modo misógino» en una forma de «atentar una y otra vez contra las mujeres».
Finalmente, sobre su marcha del pleno, ha reiterado que se vio obligado a marchar «a un acto» y ha defendido que su grupo se quedase porque se trató «simplemente» de una «posición democrática para no permitir que el pleno finiquitara sin más», a la vez que negó que se tratase de un «desplante hacia BNG y Ciudadanos», que sí abandonaron la sala.
Gonzalo Caballero, tras atender a los medios, ha mantenido una charla informal con un grupo de jubilados emigrantes que llevan tiempo reclamando que Hacienda modifique las condiciones de tributación por las pensiones que les llegan desde los países en los que trabajaron y se les iguale a cualquier otro jubilado que no se hubiera desplazado al extranjero para evitar, así, una doble imposición.