El gallego Xoel López presenta este viernes ‘Alma de oro’, primer adelanto de su nuevo disco, que «llegará en primavera con abundantes innovaciones», según adelanta el comunicado remitido a Europa Press.
Y es que ‘Sueños y pan’ había servido a finales de 2017 para cerrar una suerte de trilogía involuntaria junto a ‘Atlántico’ (2012) y ‘Paramales’ (2015), una suerte de hat trick melómano en que Xoel firmaba por vez primera con su nombre propio -antes Deluxe- y dejaba que se filtraran en su imaginario musical todas las enseñanzas adquiridas durante los años de estancia bonaerense y recorridos, exploraciones y aventuras por latinoamérica.
‘Alma de oro’ es identificable al instante como una nueva canción de Xoel López, dueño de un timbre vocal distintivo y privilegiado, pero a su vez encierra algunas novedades muy significativas. Por lo pronto, resulta la primera ocasión en toda la discografía del coruñés en que la rúbrica es compartida, en este caso con David Quizán.
López también ha querido desligarse de la producción y encomendársela de manera exclusiva a Carles Campi Campón, el hechicero barcelonés de la electrónica que figura detrás de las últimas entregas de Drexler, Vetusta Morla o Natalia Lafourcade, entre una extensa lista de trabajos.
En esta evolución, es destacable que en ‘Alma de oro’ no suena ni una sola nota de guitarra. A cambio, abundan los sintetizadores y la electrónica sutil y cálida, desde esos efectos de arpa hasta unos envolventes arpegiados que en otros tiempos y circunstancias, sin duda, habrían corrido por cuenta de alguna guitarra acústica.
«Todo este proceso de cambio no es tanto ruptura como evolución. ‘Sueños y pan’ era el final de la novela, de un viaje en tres episodios, y ahora me sentía ávido de nuevas experiencias», apunta el propio Xoel López.
Y dice sobre ‘Alma de oro’: «Me gusta porque me sorprende a mí mismo, porque no acierto a localizar de dónde proviene. No me recuerda a ningún género o artista en concreto, y creo que eso le sienta bien, aunque obligue a concederle más de una escucha. Intuyo que en buena parte del disco va a suceder lo mismo. El oyente me reconocerá, sin duda, pero verá claro que estoy inmerso en una reinvención, en los primeros pasos de un nuevo camino. Y esta nueva etapa no me produce temor. Supongo que mi música nunca entró a la primera; pero muchos de quienes llegan a la segunda o la tercera se quedan ya para lo sucesivo».
La única influencia explícita, y es más estructural que conceptual, la encontramos en ‘Somebody that I used to know’ (2011), aquel fabuloso one hit wonder del belga Gotye junto a la cantautora neozelandesa Kimbra, que en este caso responde al nombre artístico de Ede -una joven de 23 años del barrio madrileño de Carabanchel que canta con Xoel-.