Un agente de la Guardia Civil ha declarado en el juicio que el acusado del parricidio ocurrido en Monterroso (Lugo) confesó que había matado a su padre «a golpes».
Este jueves se ha reanudado en la Audiencia Provincial de Lugo el juicio con jurado, formado por seis hombre y cinco mujeres (dos son suplentes), contra el presunto parricida de Monterroso, para el que la Fiscalía pide 20 años de prisión y 21 de alejamiento de su hijo que en el momento de los hechos contaba cuatro años y que presenció lo sucedido.
Este jueves se ha reanudado el juicio con la declaración de varios testigos, entre ellos el de un agente de la Guardia Civil que acudió a la vivienda de Esporiz y que se topó con el procesado sentado en un sofá de la casa y que espetó a los agentes: «Maté a mi padre a golpes».
También ha manifestado que se encontraron al padre del acusado «tumbado y con heridas múltiples» y con «hematomas en la cara», que se recogen en el informe fotográfico realizado por los agentes en la madrugada del 19 de marzo de 2018.
El abogado del presunto parricida, César Lodos, ha asegurado que después de dos días de vista oral «se está demostrando la inocencia de Pedro (L.L.)». Así, ha insistido en un «desgraciado accidente» que supuestamente sufrió la víctima (Ramón) esa noche «al caerse ha quedado más que demostrado».
CAÍDAS CONTINUAS
«Ha quedado demostrado que se caía habitualmente, que tenía lesiones antiguas de caídas. Las personas más allegadas a ellos lo confirman. Hoy también los forenses van a conformar que existían lesiones antiguas», ha subrayado.
Lodos ha hecho hincapié en que el padre era «una persona de 79 años» y, ha abundado, «es relativamente más fácil que las lesiones sean por una caída que una persona joven».
Asimismo, ha insistido en la «inocencia» de su patrocinado, por lo que instará a la «libre absolución», aunque ha apuntado que «en el peor de los casos y si consideran demostrado que le alcanzó con una patada, serían unas lesiones por imprudencia». «Entiendo que no se puede causar la muerte por una simple patada», ha apostillado.
Precisamente en la jornada de este jueves un guardia civil ha manifestado que en la «bota derecha» del encausado era «donde más sangre tenía, en la parte de la bota que no toca el suelo».
«BASTANTE BEBIDO»
Lodos, antes de entrar en sala, ha reconocido que el acusado del crimen «en ese momento estaba bastante bebido, no puede recordar si le alcanzó con una patada, que dio una patada al aire por rabia, por desesperación de no poder levantarlo y si le alcanzó con la patada le podría haber causado unas mini lesiones, pero nada más».
El letrado lucense ha apuntado que el padre «tenía un carcinoma, tenía problemas hepáticos, le habían operado recientemente, tenía también artritis, osteporosis y todas las enfermedades que acarrea tener 79 años».
También ha destacado que su cliente este jueves se encontraba más «desolado» al conocer que la Fiscalía le pide 21 años de alejamiento de su hijo, que tenía cuatro años el día de autos y que tuvo de una relación con una mujer que reside en Asturias y que acude a visitarle habitualmente a la cárcel de Monterroso acompañada del pequeño.