Un vecino de Foz, de iniciales L.M.S.V., ha negado este miércoles haber intentado matar a su ex pareja, con la que convivía en este municipio, y a un hijo de esta, en el juicio que se sigue contra él en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Lugo, delitos por los que la Fiscalía y la acusación particular coinciden en pedir 30 años de prisión.
El hombre, que ha comparecido esposado y negando el escrito de acusación durante la lectura por el magistrado presidente, ha reconocido que con la mujer mantenía una «relación tóxica» marcada por el consumo de «alcohol y cocaína».
En todo momento rebatió que entrara en la casa de la víctima, que robara y que abriera el gas para provocar la muerte de la mujer y de un hijo de la misma, al que confesó que quería «más» que a algunos miembros de su familia.
Los hechos se remontan a marzo de 2018, en una relación de «idas y venidas», han explicado, y con distintas ordenes de alejamiento que el mismo también ha admitido que sólo cumplió «17 días» hasta que la mujer «se presentó» en su casa y le abrió la puerta, escudándose en que «la seguía queriendo».
Por el robo la Fiscalía y acusación particular reclaman cinco años de prisión; por dos delitos de asesinato en grado de tentativa, 12 años por cada uno de ellos y otro año por quebrantamiento de medidas cautelares.
El procesado ha admitido que tenían una relación «tóxica», que se había iniciado en julio de 2011 y que se rompía «tres días antes de entrar en prisión», donde permanece desde que se produjeron los hechos.
El abogado Joaquín Gayoso, antes de entrar en sala, ha puesto de manifiesto que «intenta demostrar» que los intentos de asesinato «en absoluto existieron, tampoco el robo y los daños». «En este caso existe un claro quebrantamiento (sobre el alejamiento) provocado por ambas partes», ha puntualizado.
Asimismo, ha incidido en que buscará demostrar que «el único delito cometido es el quebrantamiento», que no supondría la libre absolución, sino un año de prisión.
«RELACIÓN PROHIBIDA POR LA LEY»
Gayoso ha descrito como su «patrocinado» ha tenido «una relación prohibida por la ley, de ahí el quebrantamiento, más intensa y extensa de lo que afirman esos escritos (de acusación) pero que hacen imposible el resto de las acusaciones». Seguidamente ha asegurado que la pareja, pese a las órdenes de alejamiento, se seguían viendo.
En cuanto a los intentos de asesinato y de robo en la casa de la víctima, el letrado ha señalado que es «la acusación la que tiene que demostrar» que fue su cliente.
«Mi patrocinado, en este caso, tiene al menos una muy clara, varias más, declaración testifical que dice que en ese momento estaba en otro lugar y es una persona (el testigo) que no lo conoce. Ya se sabe lo que pasa en un juicio penal, todo depende del resultado de la prueba que se practique en este acto», ha subrayado.
También ha hecho especial hincapié en que «la Audiencia de Lugo en cuestiones referidas a violencia, tema sexual, no es de las más suaves de España, sino todo lo contrario». «Entiendo que en este caso va a quedar acreditado que solo hay quebrantamiento», ha insistido.
Por su parte, la abogada de la acusación particular, Cecilia González, ha afirmado que «hay pruebas evidentes». «Y pedimos las mismas condenas (39 años de cárcel) que el fiscal, que creemos que son ajustadas a los delitos que se le imputan», ha concluido.