La Sección Segunda de la Audiencia provincial de Pontevedra ha resuelto mediante un acuerdo de conformidad un juicio por un delito continuado de estafa agravada en concurso con otro delito continuado de falsedad en documento mercantil.
El acusado, F.C.R., director de recursos humanos de un grupo empresarial de O Porriño, se conformó con el relato de hechos de la acusación particular y aceptó ser condenado a cuatro años de cárcel y al pago de una multa de seis euros diarios durante diez meses.
La cuantía de la responsabilidad civil asciende a 150.382 euros. La sentencia es firme y contra ella no cabe recurso.
En virtud de este acuerdo se consideran hechos probados que el procesado presentó facturas elaboradas por él o por un tercero al departamento financiero e incorporar el dinero a su patrimonio.
Según el relato que hace la Fiscalía en su escrito de acusación, el hombre presentó varias facturas entre 2013 y 2015 «que aparentaban reflejar operaciones que en la realidad no habían existido, que habían sido confeccionadas por él o por un tercero, siendo plenamente consciente el acusado de su total falta de veracidad».
«De este modo lograba que el grupo de empresas, creyendo estar abonando servicios realmente prestados, pagaba cantidades monetarias que a continuación el acusado hacía suyas; o bien eran destinadas al pago de sus gastos personales», relata la Fiscalía.