La Fundación RIA establecerá una base de operaciones en la ciudad de Santiago con la intención de «fortalecer» la relación con la Universidade de Santiago de Compostela, la administración local y el sector privado y comercial, así como «ampliar su ámbito de actuación» inicialmente centrado en la comarca de Barbanza (A Coruña).
Así lo han anunciado este martes el alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, y el arquitecto inglés impulsor de la Fundación RIA, David Chipperfield, en una reunión en la capital gallega. En ella, Chipperfield ha agradecido «la generosidad» del alcalde para implantar esta nueva sede en la que la fundación trabajará «sin perder la relación con la Ría de Arousa y sus localidades».
Asimismo, el arquitecto ha añadido que las bases sobre las que trabajar en Santiago son «la protección medioambiental» unida a las «desigualdades sociales», tanto a nivel local como global.
Además, ha valorado la «especial relación» que tiene Galicia con la naturaleza como algo «intrínseco» en la cultura del territorio que, en su opinión, le otorga el «potencial» de convertirse en «ejemplo de sostenibilidad para Europa a corto plazo» en lo referente a los usos en la agricultura.
Por su parte, el alcalde de Santiago ha valorado de forma «satisfactoria» la iniciativa y espera «contar con su colaboración para desarrollar proyectos en el río Sarela», así como con otros «retos» de la ciudad como el de la movilidad. El Ayuntamiento ha propuesto ubicar la sede en el antiguo local de la Mancomunidad, en la calle Oblatas, al lado de este fluvial.
PROYECTOS DE LA FUNDACIÓN RIA
Con esta nueva sede, la fundación «fortalecerá» una relación con la capital gallega que, como han indicado, ya integraban otros proyectos como el llevado a cabo junto a los alcaldes de los municipios que integran Arousa Norte para constituir una «red de movilidad exprés» con Santiago en tanto que la región concentra «las tres conserveras más importantes de España».
Por otra parte, el pasado mes de enero, la entidad inició el ‘Laboratorio Ecosocial do Barbanza’ en colaboración con la Universidade de Santiago y financiado por la Fundación Banco Santander.
Se trata de un proyecto «experimental» y de «innovación social» que pretende «entender los usos y las formas de manejo» que existían en la región de Barbanza (A Coruña) en el pasado para crear propuestas «ecoagroinnovadoras» que permitan el «desarrollo sostenible» de la comarca en el futuro.