Cientos de personas se han manifestado este jueves por las calles de las principales ciudades gallegas convocadas por el sindicato CIG en defensa del sector industrial y del empleo, y para exigir tanto al Gobierno central como a la Xunta que tomen medidas para acabar con la precariedad.
En Vigo, unas 200 personas han salido a la calle en una marcha que ha partido desde Vía Norte bajo una persistente lluvia y en la que el secretario comarcal del sindicato nacionalista, Alberto Gonçalves, ha subrayado que la CIG va a estar «con el aliento en la nuca» del Gobierno central para que «cumpla las promesas que hizo en campaña» con respecto a la derogación de la reforma laboral.
Por otra parte, ha incidido en la necesidad de ejecutar políticas industriales que den respuesta a la crisis que vive Galicia en este sector, y ha recordado la situación de las industrias electrointesivas, así como lo que está ocurriendo con el naval, que está «moribundo».
A ese respecto, Gonçalves ha responsabilizado a la Xunta, que tiene «plenas competencias en materia industrial», de permitir esa crisis en sectores estratégicos, y ha exigido al gobierno gallego «que cumpla sus obligaciones».
Además de la marcha celebrada en la ciudad olívica, la CIG ha convocado manifestaciones en A Coruña, Santiago, Ferrol, Lugo, Ourense y Pontevedra, bajo el lema ‘Recupera los derechos para avanzar. En defensa de la industria y el empleo’.
«EMERGENCIA SOCIAL»
El secretario xeral de la CIG, Paulo Carril, ha proclamado que esta central no está «dispuesta a esperar que el Gobierno español tome decisiones como la reciente subida del SMI o la subida del 0,9 % de las pensiones, que en absoluto están a la altura de la emergencia social que vive el país».
Así, ha advertido de que es «urgente y necesaria la derogación íntegra» de las reformas laborales y de todas las políticas de recorte en los servicios públicos, porque esas «tímidas e insuficientes» medidas del Ejecutivo no solucionan «la profunda injusticia social» causada por la precariedad y la vulneración de derechos laborales.
Con respecto a la «crisis industrial» en Galicia, Paulo Carril se ha referido a la situación de Alcoa en San Cibrao y a la posición de «absoluta indefensión» de sus trabajadores ante «decisiones de cierre»; ha recordado la crisis del naval que «se extiende desde Ferrol a Vigo»; y también el cierre de la central térmica de As Pontes, «que se deja a la libre decisión de Endesa-Enel.
A todo ello, ha sumado el «permanente proceso de reconversión y expulsión del rural», los «salarios y pensiones más bajos del Estado», o a los elevados índices de emigración de los gallegos.
Finalmente, el secretario xeral de la CIG ha denunciado la postura «ultraespañolista y negacionista de Galicia» del PP y del presidente Feijóo, al que ha acusado de estar «entregado a los fondos de inversión». «Solo recula cuando la movilización social le hace frente, consiguiendo impedir proyectos como el de la mina de Touro o el cierre del paritorio de Verín», ha constatado.