El conselleiro de Economía, Emprego e Industria, Francisco Conde, garantizará que la Xunta trabajará para «identificar posibles inversores» y «dar viabilidad» a Isidro 1952.
En respuesta a una pregunta del BNG en el pleno, Conde ha explicado que existe un «diálogo fluido» con los trabajadores, si bien reconoce una situación de «dificultad» en la empresa».
Además, ha reprochado al BNG que el Gobierno bipartito concedió «prácticamente el 90% de esos 23 millones de euros» que se concedieron por parte de la Xunta a Isidro da Cal -de la que resultó Isidro 1952–, con «10 millones concedidos en funciones».
Montse Prado (BNG) ha recriminado al conselleiro que se remonte al Gobierno bipartito y no asuma «responsabilidades» por la situación de una empresa en «serias dificultades».
PROTESTA
Trabajadores de la empresa pesquera han realizado una protesta en la tarde de este miércoles ante el Parlamento gallego durante el debate de esta pregunta.
En declaraciones a Europa Press, la presidenta del comité de empresa, Olga Rodríguez (CIG), ha explicado que ya se ha presentado el concurso, a la espera de que un juez de lo mercantil de A Coruña elija un administrador.
La dirección les ha comunicado que, por ahora, «no se sabe nada» de que haya posible comprador, tras suspenderse la operación de venta anunciada hace unos días.
Mientras, los trabajadores demandan a la empresa que se retire el ERE en las actuales condiciones –que supondrá el despido de 136 de los 225 trabajadores– y que se pongan en marcha un ERTE, que «por lo menos la gente va al paro».
Además, la plantilla sigue sin cobrar desde mediados de noviembre, al tiempo que requiere la implicación de la Xunta para la venta de la empresa.
De tal forma, exigen soluciones que garanticen la viabilidad de los seis centros de trabajo de Isidro 1952. Se trata, en concreto, de la fábrica de congelado, ultracongelado y fabricación de productos del mar del polígono del Espíritu Santo, en Cambre; piscifactorías de truchas de Carballo, Baio y Louro; el criadero de rodaballo de Lorbé, en Oleiros, y el criadero de besugo de Valdoviño.