Plataformas y colectivos vecinales de 16 ayuntamientos se reunieron la pasada semana en Santiago de Compostela para constituir la ‘Rede Galega por un Rural Vivo’, con la que buscan unir fuerzas y trabajar por un marco legal «justo» para que el rural gallego «no desfallezca».
Entre los objetivos comunes de las entidades que conforman la Rede se encuentra la cuestión de los proyectos eólicos «abusivos» con los que se usa el rural gallego como «parque industrial» con «graves consecuencias» para el patrimonio natural y la actividad económica de las comarcas.
Un modelo productivo, denuncian, que «empobrece» estas localidades y genera energía que se transporta «cientos de kilómetros para su consumo», convirtiendo a la comunidad gallega en «un territorio de sacrificio».
Los colectivos «no están en contra de la energía renovable», matizan, sino de un sistema productivo que «concentra» esta actividad en una comunidad específica y generan pérdidas de superficie agraria y forestal, entre otras.