-¿Hacer periodismo en gallego fuera de los medios públicos autonómicos, es un acto de resistencia o desobediencia dentro de un contexto poco favorable para la lengua según el Consejo de Europa?
La prensa en gallego por una parte es como un acto de resistencia cuando la mayoría de las cabeceras, sobre todo las diarias en papel, son en castellano. Al mismo tiempo, ese acto de resistencia se está transformando mediante experiencias con medios digitales. Esas experiencias buscan construir medios desde el punto de vista profesional y empresarial. Creo que sí hay un poso de resistencia, perpo también, cada vez más se está configurando un panorama donde se intenta profesionalizar la experiencia en medios de comunicación y por otra parte, integrarlos o intentar reconfigurar una oferta de medios en gallego que atienda a echar para atrás esa idea de postura meramente resistente.
-¿Trabajar en medios en gallego puede marcar profesionalmente a quién lo hace?
Puede marcar a quién lo hace en el mismo sentido que puede marcar en cualquier otro sector a las personas que desarrollan su actividad en gallego. Si una persona desarrolla su profesión en la docencia y lo hace contra lo que son las preferencias generales o incluso las normas que obligan a impartir determinadas materias en castellano, si lo hace en gallego se está marcando. Por tanto, ese es un elemento que tanto en los medios como en cualquier ámbito de la sociedad, puede marcar a las personas en el desarrollo de su profesión.
-Aparece un nuevo proyecto que es Nós Diario. Siempre existe la sombra de proyectos semejantes que quedaron en el camino. ¿Cómo han previsto enfrentar las diferentes ondas en contra?
Cuando fue tomando cuerpo la idea de sacar un medio en papel dentro de la empresa editora Sermos Galicia, lo hicimos analizando cuál era la realidad de los medios en gallego. Recuerdo que el manifiesto inicial con el que se lanzó la idea de un periódico en papel, llevaba justamente el título “Un diario en papel para un digital más fuerte”. Somos conscientes en estos momentos de que la inmensa mayoría de los medios que primero estaban en papel y luego pasaron al digital, tuvieron que readaptarse a lo que son los usos de consumo de información durante los últimos tiempos. Somos conscientes de esa realidad y también somos conscientes de que en la sociedad sigue habiendo espacio para el papel y el digital. Por tanto, afrontamos el reto de un diario en papel siendo conscientes de que los soportes multiplataforma en el ámbito informativo en el presente son los que más futuro tienen. También queremos conformar lectores y lectoras diferentes abordando la información de manera diferente o complementaria según nos dirijamos al público digital o al que consume papel. Pero también siempre dijimos que nos metíamos en este proyecto partiendo de una circunstancia bien conocida de todos, que necesitábamos a 3.000 personas para que se suscribieran y que si no lo conseguíamos, no podríamos sacar el periódico. Juntamos esas 3.000 personas, que son la base para afrontar los costes del lanzamiento del proyecto, así se permitirá que durante lo 2020 continúe este periódico. Se acabado el 2020 las circunstancias no fueran favorables, también dijimos que no considerábamos el papel ningún fetiche. Nosotros solo buscábamos incidir en el panorama de los medios en gallego, pero también avisábamos que si las cosas no iban como esperábamos, nuestra intención no era hundirnos durante el proceso.
La prensa en gallego es como un acto de resistencia cuando la mayoría de las cabeceras son en castellano
-¿Cuál era el perfil de la persona que realizaba su aportación para sacar el periódico en papel?
Cuando comenzamos el proyecto, hicimos un amplio contacto con personas representativas de diferentes ámbitos de la producción cultural y de otros sectores. Contactamos con partidos políticos, organizaciones sindicales, asociaciones culturales, fundaciones y algunas empresas para presentar el proyecto. Desde ahí, configuramos un grupo impulsor representativo de todas esas entidades, casi doscientas personas, que asumieron el compromiso de avalar con sus nombres, y a veces con su dinero, la puesta en marcha de la idea. Luego fuimos presentándola durante dos años por toda Galicia en actos públicos donde se pretendía hacer hincapié en nuestras intenciones, que un diario en papel y en gallego era posible y sobre todo, era necesario. Sobre esas dos premisas se inició una campaña que dio como resultado esas 3.000 personas subscriptoras para ponerse en marcha a partir de 2 de enero de 2020.
-¿Cuál es el público objetivo de esta propuesta?
Teniendo en cuenta las actuales circunstancias sociales y laborales de Galicia, debería ser un público con una cierta estabilidad económica, aunque la subscripción se ajusta a lo que son el resto de los medios en valor económico. Contemplamos una faja de edad sobre los 35 años, un público con una necesidad de acercarse a la realidad de Galicia y del mundo que habitualmente no aparece en la agenda de los medios más mayoritarios como es el feminismo, memoria histórica y historia de Galicia. Y por otra parte, un público que también siente que es necesario darle normalidad al uso de la lengua gallega en ámbitos donde no la tiene. Con esas tres premisas nos dirigimos al público. No está previsto cobrar por todos los servicios de la web, porque nos parece que justo en el momento que vive el gallego, aquellos sectores que queremos comprometer más, como son las personas menores de 35 y con menos capacidad económica, queremos ofrecerles prensa en gallego.
Somos conscientes de que en la sociedad sigue habiendo espacio para el papel y el digital
-¿No es posible que haya un cierto desfase entre los gustos de la gente joven y los medios que escriben en Internet?
Es cierto que los gustos de la gente más joven se configuran al amparo de medios y plataformas que tienen el gallego entre sus opciones más minoritarias. En ese sentido, creo que los medios digitales en gallego sí tienen intención y sí hacen que los gustos de la gente más joven se integren en nuestros proyectos. Otra cosa es que los medios digitales compiten con poderosos elementos de conformación de gustos que se mueven a nivel internacional, y que no siempre somos capaces de contrarrestar. Eso sucede con el cine y la TV, pero eso no significa que nos estemos alejando de los gustos de los jóvenes.
-¿Cómo se puede animar a la gente más joven a que consuma medios en gallego, por lo menos en la red?
Dándole espacios de presencia en estos medios y no tener miedo a que esas personas tengan posibilidad de expandir las propuestas que tengan. Eso no es fácil de conseguir, porque las mismas plataformas de trabajo o entretenimiento, están configuradas a nivel internacional. Hacer software en gallego es caro, aunque hay experiencias, pero se usan plataformas o redes no controladas desde aquí en lo que es su desarrollo. Aun así, creo que sí se le presta atención a las demandas del público más joven.
-¿Existen más reticencias a vender publicidad a medios en gallego que en castellano?
A grosso modo podemos decir que sí, pero a veces he visto que no hay reticencias de la empresa emisora de publicidad, sino que hay una inercias. La compra de publicidad se hace normalmente a través de agencia, no es frecuente que los medios contraten directamente la publicidad con una empresa. Las agencias de publicidad tienen una fórmula de trabajo que no contempla las lenguas minoritarias. Por la experiencia que tengo, algunas publicidades que contratamos para Nós Diario diciendo que no la pondríamos si no era en gallego, no vimos condicionantes en contra. Hemos publicado anuncios de empresas que se anuncian en castellano en otros medios y en gallego en el nuestro. Por tanto, hay inercias que no significan un rechazo a la publicidad en gallego.
Creo que los medios digitales en gallego sí tienen intención de que los gustos de la gente más nueva se integren nos nuestros proyectos
-¿En estos años, cuál es la percepción que ha visto de cara a los medios en gallego?
Hoy nuestros lectores leen indistintamente en gallego, castellano o en otras lenguas, por tanto la presencia del gallego en los medios no se siente como antinatural. Otra cosa es que la posibilidad de competir numéricamente sea muy inferior. Si actualmente en Galicia tenemos siete u ocho periódicos y solo uno es en gallego, las posibilidades de llegar a los lectores son desproporcionadas.
-Las ayudas públicas para los medios, ¿retirada completa de las mismas a todos los medios privados o control de esas ayudas por parte de organismos independientes?
Si aceptamos que en el contexto actual haya ayudas para todo tipo de empresas, banca, medios o naval, habría que regularlas para ser distribuidas con criterios de justicia. Si hablamos de ayudas al gallego en la prensa, los criterios hay que mejorarlos mucho. Desde la Asociación de Medios en Galego se está trabajando de cara a colaborar con la Xunta, para que los criterios actuales sean actualizados. Por ejemplo, las ayudas para la prensa digital atienden a criterios de empresas de más de cinco trabajadores. Entendemos que es una fórmula que perjudica a algunas empresas que con menos trabajadores hacen un trabajo importante. También los mecanismos de control de difusión. No es momento de cuestionar que haya ayudas para la prensa, porque las hay para otros sectores, pero sí es el momento de que se rijan por criterios de fomento del gallego.
Las agencias de publicidad tienen una fórmula de trabajo que no contempla las lenguas minoritarias
-¿Los medios receptores de las ayudas son más dinámicos mediaticamente o el gobierno gallego les está solucionando problemas de liquidez?
No me atrevería a decir eso, aunque hay estudiosos y trabajos que así lo afirman, que incluso hay criterios políticos detrás de esas ayudas, no sé si es verdad. Sí sé de medios de comunicación que llevan un porcentaje elevado de las ayudas públicas sin cumplir al cien por cien algunos conceptos. Una publicación diraria en gallego no debe recibir menos ayudas que una publicación que no llega al mínimo legal de uso del idioma. Ahí es donde se deberían reformar las condiciones para cumplir con los criterios legales.
-Este tipo de ayudas no acabarán por ser el único ingreso de algunas empresas mediáticas, que serían incapaces de vivir sin ellas?
Sí, claro, por eso nuestra fórmula para configurar este diario fue la de garantizar la presencia de 3.000 subscripcións, el mínimo que necesitábamos para tirar de una empresa y no tener que depender tanto de las ayudas públicas. Existen nuevas fórmulas de hacer y crear medios de comunicación en el presente que deben evitar la dependencia de ayudas públicas o de grandes empresas que los condicionen.
-¿Entonces, la cultura empresarial en Galicia está bajo mínimos, es complicado materializar el emprendimiento?
No, creo que en el ámbito mediático todo lo que surge es fruto del emprendimiento, pero es un emprendimiento con unas empresas que no tienen más de cinco o seis trabajadores y eso no transmite la trascendencia pública que tienen otras empresas. Sí veo que el micro-emprendimiento está muy vigoroso dentro de los medios con diferentes propuestas de divulgación tanto de cultura como información. Hay medios como Galicia Confidencial, Plaza o Adiante que buscan conformar un tejido mediático en Galicia para crear cierta influencia social. Por tanto, sí creo que hay emprendimiento e, insisto, la prueba está en conseguir que 3.000 personas sean avalistas de Nós Diario.
-Hay quien augura una salida del PP de la Xunta en las próximas elecciones. ¿Acabaría Feijóo echando mano de Vox o Ciudadanos?
Sabemos que todo es posible en los tiempos que corren. Los últimos comicios demostraron que Vox no pinta nada aquí y Ciudadanos está pintando menos. Todo dependerá de cómo se configure la situación sociopolítica en los próximos meses. Esa posibilidad existe pero yo la veo remota y no me gustaría que se produjera.
-Gonzalo Caballero aspota por la posibilidad de una coalición amplia para gobernar Galicia. ¿É una apuesta muy fuerte?
Experiencias como esa se ven en otros ámbitos de gobierno y se han visto en el pasado. Todo dependerá de que esas fuerzas progresistas consigan una mayoría y se pongan de acuerdo. Creo que las dos cosas son posibles, pero habrá que ver cómo evoluciona el contexto político y social en los meses que quedan hasta las elecciones. No va a ser lo mismo si Feijóo agota la legislatura o adelanta las elecciones antes del verano, pero sí veo posible que pierda la mayoría.
Los últimos comicios demostraron que Vox no pinta nada aquí y Ciudadanos va a pintar menos
-Volviendo al mediático, ¿ve a la CRTVG como una máquina para monopolizar todo lo que sea comunicación en gallego?
La CRTVG tiene la mayoría de potencialidades para comunicar en gallego. Hay ámbitos donde no actúa como fuerza promotora del espacio comunicativo en gallego. También existen ciertas evidencias de que la Corporación, aunque no tiene el monopolio, sí pretende excluir del ámbito de comunicación gallego a otras iniciativas que se dan para la construcción de un espacio de comunicación en nuestra lengua. Un ejemplo descarado es la revista de prensa diaria que hacen y que solo atiende a cabeceras en castellano, con escasísimas referencias a medios gallegos. En ese sentido la TVG está actuando con criterios de casi-monopolio.
-¿Les ha llamado o se ha comunicado Núñez Feijóo con ustedes para darles la enhorabuenta por la salida de Nós Diario?
No, no se ha comunicado con nosotros. Además, hace ya tiempo que pedimos una reunión con él para presentarle el proyecto, pero todavía estamos esperando la respuesta. Durante el proceso de conformación del proyecto hemos hablado con todas las fuerzas políticas, incluido el PP pero no con Feijóo.