La insolación de 2019 estuvo por encima de la media anual de las tres últimas décadas en Santiago de Compostela, durante un año normal en cuanto a cantidad de lluvias y que registró la máxima temperatura de la ciudad en el mes de mayo.
Así lo explican los datos del Observatorio Astronómico Ramón María Aller de la Universidade de Santiago, que ha hecho público este jueves su balance de 2019.
El director del Observatorio, José Ángel Docobo, ha explicado que, al haberse concentrado la mayor parte de las precipitaciones en el último trimestre, la sensación es que 2019 fue «un año muy lluvioso y de poco sol». Sin embargo, precisa, en los primeros nueve meses del año, la lluvia caída «fue más bien poca», por lo que en la comarca de Compostela 2019 fue normal en este ámbito.
De enero a septiembre, incluido, se recogieron 894 litros por metro cuadrado, mientras que de octubre hasta final de año fueron 977,2. Los 1.871,2 litros por metro cuadrado de precipitación total en 2019 solo superaron ligeramente a la media de las últimas décadas, situada en 1.800 litros por metro cuadrado.
Mayo fue un mes «excepcionalmente seco», recoge el informe, con solo 47,5 litros por metro cuadrado, mientras que noviembre repitió como el más lluvioso, con 431,9, seguido de diciembre, con 288,4 litros por metro cuadrado.
A lo largo del año, hubo 17 días en los que la lluvia en el área de Santiago superó los 30 litros por metro cuadrado, destacando el 14 de diciembre (68,5) y el 5 de marzo (67,7).
Asimismo, hubo 186 días de lluvia (el 51% del año), que disminuyen a 166 si se eliminan aquellos en los que las precipitaciones fueron «inapreciables», unos registros «totalmente normales» en Santiago, explica Docobo, que añade que durante 2019 no nevó en la ciudad y hubo tormentas en nueve jornadas.
TEMPERATURA MÁXIMA EN MAYO
Según los registros del Observatorio, el buen tiempo registrado en mayo desembocó en un hecho poco habitual, que la temperatura máxima del año se produjese en ese mes.
Así, los 33,7 grados medidos el 31 de mayo de 2019 fueron la temperatura más elevada del año, por encima de los 32,6 del 22 de julio, el segundo valor, y de los 32,4 grados del mismo día del mes de agosto.
A lo largo del año pasado, el termómetro pasó en Santiago de los 30 grados en 14 jornadas, cuatro de ellas en mayo, cuatro en julio, tres en septiembre, dos en agosto y una en junio. La temperatura máxima más baja fue el 16 de diciembre, con solo 7,4 grados.
Además, solo se registraron mínimas bajo cero dentro de la ciudad dos días: el 3 de febrero (-0,8 grados) y el 5 de enero (-0,6 grados). La mínima más alta correspondió a los 18,3 grados del 17 de agosto y las temperaturas máximas fueron «anormalmente elevadas» entre los días 25 y 29 de diciembre, cuando se alcanzaron los 19,5 grados.
En cuanto a la insolación, se registraron a lo largo del año 2.213 horas y 31 minutos de sol en Santiago, lo que supone el 50% de las posibles. Tan solo se superaron estos valores en 2005, 2016 y 2017.