El alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, ha avanzado este jueves que el consistorio denunciará ante la Policía los daños sufridos por el Belén de la ciudad, tras la segunda sustracción de la figura del niño Jesús esta Navidad, y descarta el proyecto de extender a todo el casco viejo de Ourense un «gran Belén», que había planteado, por los «actos vandálicos» sufridos este año.
En declaraciones a los medios en Ourense, Pérez Jácome ha calificado de «intolerable» lo sucedido, al tiempo que ha recordado que la instalación «tenía seguridad» y vigilancia estos días, cuando sufrió varios «actos vandálicos» que terminaron, el día de Navidad, con la desaparición nuevamente de la figura del niño Jesús.
«Se va a denunciar a la Policía para intentar localizar a los autores» de esta sustracción, ha dicho el regidor, que ha lamentado los ataques sufridos por la instalación, que le han hecho replantearse su proyecto de «convertir el casco viejo en un Belén» en años posteriores, un plan «totalmente inviable» porque «necesitaría una vigilancia constante, visto lo visto».
La intención inicial, ha explicado, era la de «ampliarlo» a todo el casco antiguo de la ciudad «para que fuese una atracción en toda España». «Pero, si algunas personas de esta ciudad se van a ocupar en destrozar aquello que no les gusta, cuando es de todos, es inviable», ha zanjado.
UN RESULTADO «MEJOR IMPOSIBLE»
El alcalde de Ourense se ha mostrado satisfecho, no obstante, de los resultados de este controvertido Belén. «Mejor imposible», ha zanjado.
A pesar de las críticas, Pérez Jácome cree que actualmente el Belén «gusta muchísimo» y ha recordado que «tiene valor artístico», dado que son piezas elaboradas individualmente y con «caras reales». De hecho, ha precisado, si se quisiera reemplazar ahora el niño Jesús, «necesitaría 15 días» para elaborar uno nuevo.
«El Belén es un tema subjetivo, a muchos no les gusta, a otros si, pero es muy particular», ha explicado el alcalde, para quien «el éxito ha sido impresionante» y las visitas a la instalación hacen que la inversión «esté amortizada».
«Lo importante es que la gente disfrute y tenga lugares a donde ir», ha dicho Pérez Jácome, que ha recordado las personas que acudieron a ver las inundaciones del Miño la semana pasada. «La gente quería ver inundaciones», ha dicho el alcalde, para quien «el Belén tenia casi más personas que las inundaciones de Oira». «Hemos salido en todas las noticias», ha zanjado.