Inma Martínez, asesora en inteligencia artificial del Gobierno británico y del Parlamento Europeo, advierte de que «hay que a parar a Google» y a sus «barbaridades», porque «la sociedad que va a crear es un desastre, no hay humanidad». Por ello, defiende que «el futuro digital es la ética».
En una entrevista con Europa Press, Inma Martínez –que esta semana ha dado una charla en Santiago de la mano de Feuga–, avanza que en la nueva regulación ética sobre inteligencia artificial en la que trabaja la Eurocámara «se va a sancionar» que compañías como Google o Facebook «potencien el detrimento de las personas en vez de su bienestar».
Pone de ejemplo que cuando Google detecta que un usuario tiene problemas de adicción, porque realiza compras de lotería, «lo que hace es ponerle anuncios de ir a Las Vegas y apostar en el fútbol».
Censura que «es inconcebible lo que hacen y que no les estén regulando y prohibiendo esos tipos de prácticas». «En la UE protegemos mucho al ciudadano» y «no se le va a dejar que cometan barbaridades», expone.
Remarca que cualquier empresa que acceda a datos de personas «tiene que darles a saber qué datos tiene de ellos», aunque lo «importante» es qué hacen con esa información. La UE persigue a Google y Facebook y les caen «más y más multas» porque «se ha demostrado que usan» esos datos para «el mal» de las personas, «no para su bien».
FUTURO CON ÉTICA
En cambio, lanza un mensaje humanista que pasa por la «ética», pues considera que es uno de los valores que «más a subir en el futuro». Augura que «los clientes van a apoyar» aquellas compañías que «empiecen a crear estrategias corporativas para ser más éticos», ya que «se va a valorar un montón».
Stephen Hawking alertaba antes de morir de que la inteligencia artificial acabará con el ser humano. Inma Martínez señala que esto dependerá de cómo se desarrolle esa inteligencia artificial, porque Google «está construyendo el buey de oro», pues «hace dinero con el buscador», «por eso quieren sacarte los datos para ponerte más anuncios y ganar más dinero con los anunciantes». Mientras, Facebook «trata a la gente como si fuese descerebrada».
Admite que los reguladores «van por detrás» en todos los sectores, pero deja claro que «ese tipo de prácticas se van a prohibir porque son ilegales».
Sobre cómo está funcionando la normativa de protección de datos desde su puesta en marcha, Martínez se queja de que para «leer el contenido de cualquier cosa te obligan a aceptar», «y nadie se para a leer tres páginas de legajo legal». «Todos seguimos dándole los datos que quieren».
Aquí, se refiere a que la UE persigue los algoritmos que «discriminan», con sesgos por género y raza. De tal forma, considera que «a las empresas les harán auditorías de algoritmos» sobre «qué hacen con estos datos».
«EN CINCO AÑOS LAS MÁQUINAS HARÁN DIAGNÓSTICOS PATOLÓGICOS»
«En cinco años las máquinas harán diagnósticos patológicos de enfermedades», esta es una de las previsiones que realiza esta experta.
Afirma que se está «progresando muchísimo en simulación, automatización, pronóstico y diagnóstico». Una de las industrias que más «se transformará» en la próxima década será la medicina.
Así, se está enseñando ya a las máquinas a trabajar para detectar «milimicras de diferencia entre un marcador de cáncer y otro», de forma que con «garantía fotográfica» se pueda saber «si ha habido un cambio».
El trabajo que se realiza «es entrenar como un caballo» a los algoritmos con los datos conocidos hasta que pueda «predecir» con un margen de error escaso. «El valor de la inteligencia artificial no es contratar a gente que cree nuevos algoritmos, sino que sepa entrenar a los algoritmos estándar que ya conocemos», opina.
Preguntada sobre la incidencia de la automatización en el empleo, indica que «las máquinas no tienen pensamiento abstracto», por lo que «por sí solas no van a crear hipótesis». Apunta a las posibilidades que se abren para «la gente que se dedica al diseño, al arte»; pero también para trabajos manuales: «Garantizo que no va a haber un robot fontanero».
SITUACIÓN EN ESPAÑA
Sobre la situación de la inteligencia artificial en España dice no saber «qué apoyo directo tiene del Gobierno». «Creo que no existe todavía nada específico», añade. El nivel de digitalización de países como Finlandia o Estonia está todavía lejos.
En Londres está en un grupo de trabajo en el Parlamento al cual pueden asistir diputados de cualquier partido y se invita a científicos a hablar de determinados temas, porque «Inglaterra quiere crear una regulación sobre inteligencia artificial». Un ejemplo que recomienda seguir aquí.
Sin embargo, ensalza el reciente lanzamiento del satélite Cheops, que es «el éxito más grande de la industria aeroespacial española», «construido en España», con «ocho empresas de la industria aeroespacial española», además de estar implicada en cuestiones como el software y la monitorización
«Es increíble, es la primera misión de la ESA (Agencia Espacial Europea) para descubrir exoplanetas, más allá de la galaxia y que alberguen la vida, ni la NASA tiene uno de estos», exclama.
«En España tenemos unas empresas aeroespaciales impresionantes», prosigue, pues «han desarrollado durante muchos años un saber hacer increíble». Pone de ejemplo a PLD Space, una ‘star-up’ de «unos chavales de 30 años de Elche» que «son los Elon Musk españoles».
CAMBIO CLIMÁTICO
En un contexto marcado por el cambio climático, avisa de que «la Tierra se va a quedar sin energía en 50 años». «Aunque se plantasen campos fotovoltaicos por todos lados, la necesidad energética de la sociedad está por encima», advierte, por lo que llama a «sacar energía de otras formas».
En su libro ‘La quinta revolución industrial’ aborda las oportunidades que ofrece el espacio. En este sentido, se refiere a una misión europea para «poner una base en la luna», con el fin de explotar recursos de agua helada en el cono sur, «que se puede convertir en oxígeno y en combustible» para generar nuevas formas energéticas.
«Y por eso queremos ir a Marte», asegura, ya que «hay que planificar dónde se podrá operar por si le pasa algo a la Tierra».
‘SMART CITIES’ Y DRONES EN GALICIA
Sobre la aplicación práctica de la inteligencia artificial en Galicia, en la actualidad varias ciudades como Santiago de Compostela desarrollan sus futuras ‘smart cities’.
Preguntada sobre qué consejos le daría a los alcaldes, Martínez juzga que las ciudades del futuro van a tener que responder a dos necesidades: la salud mental de los ciudadanos y cómo manejar todos los datos que generan.
Aboga por hacer que la gente «se sienta tranquila» y «con menos ansiedad en la ciudad», para lo que ayudan cuestiones como una mejor iluminación.
A esto se une que «el futuro es que los datos te ayuden a planificar una vida mejor». Recuerda el caso de Boston, en donde el alcalde apostó por «la transparencia» de todos los datos relativos a temas como el tráfico. Así los ciudadanos empezaron a participar subiendo fotos a una aplicación con los baches que había y al final de mes se hacía balance de arreglos. «Y a la gente le encantaba», asevera.
Respecto al polo aeroespacial que se desarrolla en Rozas, Castro de Rei (Lugo), Inma Martínez explica que «hay un paso muy corto de hacer drones a hacer nanosatélites», que «son el futuro» para las «telecomunicaciones».
Recuerda que Glasgow «solo construía barcos», pero desde hace 10 años se ha convertido en la ciudad fuera de EE.UU. en donde «más nanosatélites se fabrican» y ya hay 300 empresas aeroespaciales. «Los ‘ojos’ desde el aire van a ser uno de los negocios más grandes que va a haber», pronostica.