El Ayuntamiento y el Consorcio de Santiago han iniciado la revisión de los muros más importantes de la ciudad, especialmente «aquellos que pueden entrañar algún tipo de riesgo», tras el derrumbe que provocó la muerte de una hombre de 80 años de edad en la zona del Parque de San Domingos de Bonaval.
En una rueda de prensa ofrecida este viernes y después de que la corporación municipal mantuviese un minuto de silencio en recuerdo del Salvador José Piñón Pena, el alcalde, Xosé Sanchez Bugallo, ha informado de que técnicos de ambas entidades ya trabajan en estas labores.
Según ha explicado, el personal del Consorcio se centra en inspeccionar aquellos muros del Casco Histórico de la ciudad que pueden suponer riesgos para las personas ante los sucesivos temporales que se registran, mientras que los técnicos del ayuntamiento inspeccionan los ubicados por el resto del municipio.
Bugallo, que se ha mostrado «consternado» por el trágico suceso registrado el jueves, ha detallado que se hará una especial atención a aquellos cierres de recintos conventuales que, como el caso del de San Domingos de Bonaval, se caracterizan por su gran altura y por tener «más de 200 años de antigüedad».
El regidor ha confiado en que, antes de la junta de gobierno que tendrá lugar a las 10,00 horas del próximo lunes, el Consistorio disponga de toda la información para «hacer un informe preliminar» de la situación y tomar las medidas pertinentes.
«NO HABÍA ADVERTENCIAS»
El alcalde ha explicado que las competencias de conservación del muro cuyo derrumbe provocó la muerte de Salvador José Piñón son municipales pero ha subrayado que, hasta este momento, no habían «advertencias» sobre su estado.
Precisamente, en este punto, preguntado sobre si el Consistorio tomará medidas legales de protección ante posibles consecuencias judiciales tras el suceso, el alcalde ha señalado que se adoptarán «todas las que estén al alcance».
«Con relación a este muro no había ningún tipo de comunicación ni de alerta, un poco diferente de lo que pasó en el Pombal donde desde hace dos años había advertencias», ha manifestado en referencia a los desprendimientos registrados en esta zona hace unas semanas pero que no provocaron daños personales ni materiales.
Con todo, ante el accidente, ha destacado que el Ayuntamiento va «a actuar cautelarmente», para lo que revisará tanto aquellos que cuyas competencias de conservación le competen como otros privados que pueden suponer riesgos, como los de algún colegio privado o de la iglesia.
«ACUMULACIÓN DE AGUA»
En la rueda de prensa, además, el alcalde ha informado de que la causa de este accidente fue «la acumulación de agua» y ha mostrado su profundo pesar por el fallecimiento del hombre, a cuya familia a trasladado sus condolencias.
Según ha explicado, el fallecido era natural de Ortigueira, municipio al que la familia prevé trasladar el cuerpo en las próximas horas para que reciba sepultura. El traslado, conforme ha apuntado, se podrá realizar una vez que así lo autorice el juzgado.
En su comparecencia ante los medios, el regidor ha informado de que, tras recibir el aviso del derrumbe, se desplazó a la zona la Policía Local y se procedió a «adoptar las medidas de seguridad necesarias para evitar que hubiese personas afectadas».
«Se movilizaron todos los servicios, se envió a un arquitecto y a un ingeniero municipal, a la policía, a los bomberos y, cuando se me informó de la dimensión del problema, también fue el edil de obras», ha manifestado sobre el punto al que ya estaba el concejal de Seguridad Ciudadana, Gonzalo Muiños, y al que acudió el propio Bugallo.
Conforme ha señalado, ante la magnitud del derrumbe, el Consistorio requirió una empresa constructora para hacer las labores de desescombro. Una vez en la zona, ha apuntado que se inició la recogida con «prudencia» ante la preocupación de que «pudiese haber quedado alguien debajo».
«Se sabía que había coches y, cuando llegaba a su fin la recogida de escombro y quedaban solo dos o tres metros de los 20 que cayeron, apareció la persona», ha lamentado para explicar que en ese mismo momento se «paralizaron» los trabajos y se llamó a los servicios de emergencia sanitarios.