La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha desdeñado el planteamiento que ha hecho el BNG en el Congreso para que Galicia reciba 20.000 millones de euros en el nuevo modelo de financiación autonómica, argumentando que eso supondría «demoler» el conjunto del Estado en unos cuantos años.
Así se ha pronunciado Montero durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso, donde ha protagonizado una interpelación con el diputado del BNG, Néstor Rego. El parlamentario gallego ha desgranado su propuesta para el nuevo modelo de financiación, aunque ha insistido en pedir un sistema de concierto económico para su territorio.
«El régimen común está basado en el principio de necesidad, mientras que el de concierto lo hace en el principio de capacidad y Galicia la tiene, por eso queremos que tenga también la plena facultad normativa y responsabilidad fiscal, sobre todo los impuestos soportados en Galicia», ha expuesto.
Sin embargo, la ministra Montero ha evitado debatir sobre el planteamiento del BNG para un concierto económico propio, aunque sí que ha afeado al diputado gallego que hable de déficit fiscal «al modo de ‘España nos roba'» que se conoció durante la etapa del procés.
CAMINAR HACIA ALGO «RAZONABLE»
Y después de rechazar la expectativa del BNG para que Galicia reciba 20.000 millones, Montero ha apelado a caminar hacia «algo razonable» en el nuevo modelo de financiación autonómica, que permita a todas las comunidades «mejorar».
En cualquier caso, se ha abierto a seguir hablando cuestiones como el apoyo explícito al tejido productivo o a la Defensa, que ha reconocido que tiene una especial atención en Galicia por el «peso específico» que tiene Navantia en la economía gallega.
Como ya hiciera este martes desde el Senado, Montero ha vuelto a invitar a las comunidades a «salir de posiciones de máximo» para abordar la negociación de la reforma del sistema de financiación: «No hay un modelo que pueda satisfacer a todos y en particular a un territorio como un traje a medida».
Por ello, ha insistido en discutir «con madurez» una nueva reforma del modelo, abogando porque sea beneficiosa para todas las comunidades, pero que «particularmente» tendría que «intentar aportar más recursos» a las regiones infrafinanciadas.

