La actividad física desempeña un «papel protector» frente a la nomofobia o miedo irracional a no tener el teléfono móbil o a estar sin acceso a el, apunta el ‘Estudo epidemiolóxico sobre adiccións sen substancia (uso e abuso das TIC) e consumo de substancias psicoactivas en poboación universitaria do Campus de Lugo’.
Tal y como ha trasladado la Universidade de Santiago de Compostela (USC) en una nota de prensa, la investigación constató, a partir de una encuesta realizada a más de 800 estudiantes durante el segundo cuatrimestre del curso pasado, una cierta tendencia «a perder la noción temporal durante la navegación por Internet».
A este patrón se suma, en una proporción significativa, el uso de la Red como «estrategia de evasión frente a los problemas y la interferencia que el exceso de conexión puede generar en el rendimiento académico o laboral».
Según el estudio, coordinado por Pablo César Muñoz Carril y Carmen Sarceda Gorgoso, el uso problemático de Internet se concentra mayoritariamente en la población menor de 20 años y «a mayor tiempo diario de conexión, mayor frecuencia e intensidad de conductas problemáticas».
En cuanto a la frecuencia de ejercicio físico, se aprecia que un mayor nivel de práctica se relaciona con una menor incidencia de conductas problemáticas, en particular con un mejor control del tiempo de conexión y un menor uso de Internet como forma de evasión.
Así, los estudiantes que realizan ejercicio de forma intensa muestran una menor vulnerabilidad a conductas nomofóbicas, frente a aquellas con niveles bajos o nulo de actividad, que obtienen las puntuaciones más altas.