El Obispado de Ourense ha tomado la decisión de volver a apartar al sacerdote investigado por un juzgado de Ribadavia por un supuesto delito de abusos sexuales.
De ello informa en un comunicado emitido a raíz de la evolución que han experimentado las actuaciones judiciales, que fueron iniciadas en 2017.
En aquel momento, según recuerda, «se procedió a apartar cautelarmente del ejercicio público del ministerio pastoral a este sacerdote y se inició el proceso de investigación canónica».
«Una vez concluido dicho proceso sin que apareciesen indicios sólidos en su contra, teniendo en cuenta además el apoyo y la solicitud de los fieles por el sacerdote, se reintegró de nuevo a su labor pastoral, con ciertas restricciones, y continuando la colaboración con la acción de la justicia respecto al procedimiento judicial», expone.
El obispo, «puesto en contacto con el sacerdote, de acuerdo con los actuales protocolos vigentes de la Santa Sede y de la Conferencia Episcopal Española», acordó de nuevo apartarlo de forma cautelar del ejercicio público del ministerio sacerdotal, informa ahora la Diócesis.
El objetivo, advierte, es «evitar el escándalo, defender la libertad de los testigos y garantizar el curso de la justicia, mientras el procedimiento judicial no concluya».
Pero subraya que «quedando claro, desde el primer momento, que esta investigación no debe poner en peligro la buena fama de este sacerdote» y reitera su colaboración con la Administración de Justicia. En cualquier caso, también, «con profundo dolor», añade que lamenta «el posible daño causado a la víctima y a su familia».
«Por parte del obispo y de todas las personas que trabajan en los distintos ámbitos de la pastoral diocesana, manifestamos nuestra firme condena y repulsa de cualquier tipo de comportamiento que atente contra la integridad física y moral de los menores y de las personas vulnerables, promoviendo la tolerancia cero con este tipo de actuaciones e impulsando las medidas necesarias de prevención y actuación», concluye el comunicado.