El Parlamento de Galicia ha aprobado este jueves la proposición no de ley del Grupo Popular, con el voto en contra del PSdeG, a través de la que se solicita al Gobierno central el mantenimiento de la ciudad de Vigo, junto con Santiago de Compostela, como sede para la realización de los exámenes de formación sanitaria especializada (MIR) en Galicia.
«Es una demanda que nace del sentido común, de la evidencia técnica y del reconocimiento a la realidad sanitaria y universitaria gallega», ha indicado la diputada popular Patricia García, que considera que eliminar Vigo «no es solo un error político, sino que es una decisión incomprensible, sin criterios técnicos conocidos y tomada sin diálogo con las comunidades».
Patricia García ha defendido «una propuesta positiva, leal institucionalmente y centrada en el que de verdad importa: la ciudad de Vigo, los aspirantes y el sistema sanitario gallego».
Por su parte, la socialista Elena Espinosa se ha mostrado muy crítica con los populares a los que ha recordado que el PSdeG ya llevó una petición similar al Pleno del Ayuntamiento de Vigo, «donde el PP votó en contra».
Así, ha reconocido que la ministra de Sanidad, Mónica García, «se equivoca», pero ha matizado que la retirada de Vigo está en una propuesta del ministerio donde se reducen las ciudades sede de 28 a 22 en toda España — se habían incrementado con motivo de la Covid-19 –.
La diputada del BNG, Iria Carreira, ha reflexionado sobre la igualdad de oportunidades y la accesibilidad que supone tener más sedes, pero ha lamentado que se ponga el foco en lo incorrecto y no en las condiciones de los residentes.
Considera que se trata de un escenario orquestado por el bipartidismo para convertir el Parlamento, o el Ayuntamiento de Vigo, en una «especie de caja de resonancia donde lo importante es la confrontación PP-PSOE».