El Gobierno gallego ha rebajado este martes el nivel de alerta en Ourense al desactivar la ‘situación 2’ provincial que se decretó el pasado 12 de agosto en el marco de una ola de incendios ha castigado en el que es, por superficie calcinada, el verano más negro del siglo en Galicia.
No en vano, en lo que va de verano la superficie arrasada por las llamas, con especial voracidad en la provincia de Ourense, que ha registrado los tres mayores incendios de la historia de la Comunidad (los originados en Larouco, Oímbra y Chandrexa), roza las 96.000 hectáreas. En 2006, los datos oficiales de un informe efectuado y publicado por el Gobierno de España cifraban las hectáreas quemadas en 95.947.
Más allá de la de 2006, cuando el bipartito de PSdeG y BNG dirigía la Xunta, la Comunidad gallega ha vivido otras grandes olas de fuego, ya bajo mandato del PP: en 2017, con más de 62.000 hectáreas quemadas; y en 2022, con más de 51.000 arrasada.
Este verano las llamas se han cebado con especial intensidad con Ourense, aunque el presidente gallego, Alfonso Rueda, ha anunciado la desactivación de la situación 2 de alerta este martes. «Afortunadamente, sin bajar la guardia, las cosas mejoraron», ha señalado.
Según ha relatado, la situación 2 se decretó ante las «previsiones de lo que estaba por venir», como una «decisión excepcional», teniendo en cuenta el «coste que suponía». «Creo que fue una decisión acertada y que permitió hacer todas las cosas que había que hacer y tomar todas las decisiones que se tomaron», ha defendido.
Con incendios todavía activos en Galicia, la Xunta mantiene, con todo, el nivel 2 en el municipio de A Pobra do Brollón (Lugo), ubicado a las puertas de la Serra do Courel, iniciado el mediodía de este lunes que ya ha calcinado alrededor de 600 hectáreas y continúa en alerta por su proximidad a viviendas. Concentra la mayor preocupación ahora.
«La temporada de incendios, por desgracia, no terminó, esperemos que la meteorología nos de una pequeña tregua, pero sabemos todavía que quedan muchos días complicados», ha añadido el máximo mandatario gallego.
MEJORAS EN MATERIA DE ORDENACIÓN Y EXTINCIÓN
Rueda incide en que, «con la perspectiva de hacer las cosas con un poco más de tiempo», la Xunta se centrará también en «analizar todo aquello que se pueda mejorar» en materia de ordenación, prevención y refuerzo de los servicios de extinción.
«De estos días sacamos experiencias todos, no solo las administraciones, creo que los ciudadanos también, que espero que aprovechemos para que si llega una situación como esta otra vez nos coja aún mejor preparados», ha añadido
Celebra, además, el trabajo de los servicios y profesionales que «estuvieron a la altura de una situación muy complicada»
NUEVO TIPO DE INCENDIOS
El presidente de la Xunta ha trasladado la necesidad de «adaptar» los métodos y medios de extinción a un «nuevo tipo de incendios», en cuanto a su «virulencia», su «velocidad de desplazamiento» y su «imprevisibilidad».
«Hay gente que lleva mucho tiempo ya estudiando, y seguiremos estudiando, estos incendios, y espero que eso se traslade a los métodos y a los medios de extinción para ser cuanto más eficaces, mejor», ha añadido.