El alcalde de la localidad ferrolana de Valdoviño, Alberto González (PSOE), ha hecho un llamamiento a la prudencia de los bañistas tras un fin de semana en el que los socorristas tuvieron que realizar cinco rescates en la playa de A Frouxeira, una cifra poco habitual en el municipio.
González enfatizó que la clave para evitar accidentes es la «prevención y el respeto», tanto a las indicaciones de los socorristas como al propio mar. «Los servicios de socorrismo son, sobre todo, servicios de prevención», ha señalado para recordar que las playas de Valdoviño y Pantín, en su localidad, o Doniños en Ferrol, son «complicadas» y que un rescate también pone en riesgo a los propios profesionales.
En cuanto a la situación de las carabelas portuguesas, que en días anteriores habían generado preocupación en la costa, el alcalde confirmó que en las últimas horas su presencia se había reducido significativamente. «Prácticamente no hubo en Valdoviño», señaló.
AUTOCARAVANAS
En otro orden de asuntos, en declaraciones a Euopa Press, sobre el problema del estacionamiento de autocaravanas, lo ha calificado como «un mal» en España, agravado en Galicia por la modificación de la Ley de Turismo.
Para González, el problema principal es la «falta de ordenación» por parte de la Dirección General de Tráfico (DGT), que, a su juicio, debería regular la situación de forma más adecuada para que los ayuntamientos puedan actuar.
El alcalde aseguró que, si bien respeta a este tipo de turismo, sí hay una falta de respeto por parte de «muchos autocaravanistas», que realizan actividades indebidas como lavar utensilios en espacios municipales, vaciar aguas residuales, «los menos», o hacer barbacoas en días de alto riesgo de incendio. «Es un problema que creo que tiene que estar erradicado y que tiene que estar ordenado», sentenció.
Además, destacó la dificultad de controlar estas prácticas ante la imposibilidad de que la Policía Local pueda estar, ha insistido, en todos los lugares y a todas horas. Recordó que, legalmente, Tráfico considera a las autocaravanas como vehículos normales con derecho a estacionar lo que complica, incidió, la labor de los ayuntamientos.
Finalmente, hizo hincapié en la necesidad de que tanto el Estado como la Xunta de Galicia se tomen el asunto «muy en serio», mencionando un conato de incendio en Campelo, en la parroquia de Meirás, derivado de una barbacoa como ejemplo de la gravedad del problema.