El comité de la planta de tratamiento y recogida de residuos de Lousame (A Coruña) ha convocado huelga para el próximo 7 de diciembre, sábado, con el fin de «corregir» –en el marco de la negociación del convenio colectivo– «las diferencias que existen en esta planta respecto a otras» de Galicia.
Esta huelga afectará a la recogida de basura por la mañana y noche durante ese sábado en un total de nueve ayuntamientos de la mancomunidad de O Barbanza: Ames, Rois, Brión, Lousame, Noia, Muros, Carnota, Porto do Son y Pontecesures.
En rueda de prensa este jueves en Santiago, Paulo Rubido, el representante de la CIG, ha avisado de que en caso de que «la empresa no mueva ficha ya en el mes de diciembre, la convocatoria se extendería a más días durante Navidad».
Los trabajadores de la planta de Lousame señalan que con el convenio colectivo quieren cumplir lo que se recoge en el estatal para la consecución de un plus de tóxicos de un 25% más. Además, existe el «agravante» de que en esta planta existe un «contacto más directo, dado que la separación se hace manualmente».
En detalle, se demanda conseguir –en entre tres y cuatro años– un incremento con carácter lineal de unos 250 euros, de los cuales se cobran en la actualidad unos 70 euros. Son unos trabajadores con salarios «mileuristas».
Además, se da la circunstancia de que esta planta «es la que tiene mejor resultado del Estado», mientras es considerada «la segunda mejor» de recuperación y reciclaje de Europa.
DISCRIMINACIÓN RESPECTO A TRABAJADORES DE OTRAS PLANTAS
Esta planta de tratamiento y recogida de basura es una de las tres de reciclaje que existen en Galicia con Sogama, en Cerceda, y la de Albada, en A Coruña.
En concreto, denuncian que los trabajadores de Lousame cobran «un 45% menos» que un empleado con el mismo puesto y categoría en Sogama. La diferencia salarial con los de Albada es de «un 16%-17% menos».
El comité de empresa indica que se ha aplazado hasta el «último momento» esta huelga, conscientes de los perjuicios que puede acarrear en la ciudadanía, pero lamentan que llevan «ocho meses negociando» sin conseguir avances.