El nuevo acuerdo interprofesional gallego sobre procedimientos extrajudiciales de soluciones de conflictos de trabajo ha sido firmado este jueves en presencia del conselleiro de Economía, la patronal y los sindicatos, con la principal novedad de que extiende su eficacia a los problemas de carácter individual.
En un acto presentado como «histórico» por parte del Consello Galego de Relacións Laborais, ya que llegó este «ansiado acuerdo» y es un nuevo texto de una calidad técnica «incontestable», el presidente de la confederación de empresarios de Galicia (CEG) ha destacado la «utilidad sobradamente acreditada» de este instrumento para la gestión de conflictos de forma «ágil y eficaz».
Por parte de la CIG, Paulo Carril ha destacado que «la firma representa un paso más, pese a todo y con retraso», tras censurar las «desconsideraciones» del Gobierno gallego para con el Consello y las «constantes amenazas» de centralización en este ámbito. De hecho, ha reclamado una «profunda reforma» del Estatuto de Autonomía para dotar a Galicia de más autogobierno.
En este contexto, el secretario general de la central nacionalista ha advertido de que los distintos actores no se pueden permitir «lentitud» en la «puesta en marcha» del nuevo procedimiento.
En nombre de UGT, su líder gallego, José Antonio Gómez, ha valorado igualmente los «pasos importantes» dados. «Tardamos bastante pero está aquí», ha afirmado.
En su discurso, ha aprovechado la participación del titular de la consellería para demandar «dotación presupuestaria» para el Consello Galego de Relacións Laborais.
El responsable de CC.OO. en la comunidad, Ramón Sarmiento, ha valorado que se extienda un servicio público «ágil y eficaz» como «mejor ejemplo de modernización de las relaciones laborales en Galicia».
Por su parte, ha abogado por avanzar también en un nuevo acuerdo interprofesional «que dé respuestas» a todo lo avanzado en materia de nuevas tecnologías.
«ACTUALIZACIÓN PERTINENTE»
El conselleiro, Francisco Conde, ha calificado el texto como una «actualización pertinente» y un «gran avance» al incluir los conflictos individuales. Un «paso», en suma, «para conseguir un mercado laboral más igualitario y más moderno».
En este «reto compartido», ha reconocido que las instituciones deben estar «a la altura de las circunstancias» en el «nuevo espacio para el diálogo» que configura el acuerdo, con la vista puesta en lograr un tejido empresarial «más competitivo» y un empleo «cada vez más estable y de más calidad».