El diputado popular Alberto Pazos ha defendido este martes ante el Pleno del Parlamento la recepción al representante de la embajada de Israel celebrada hace algunas semanas, que se llevó a cabo «respetando escrupulosamente» lo marcado por el Gobierno de España y el Ministerio de Exteriores, quienes poseen las competencias en este ámbito.
Así defendía la postura popular ante una proposición no de ley presentada por la diputada nacionalista Iria Taibo, que considera la recepción «un gesto simbólico de apoyo totalmente innecesario, indigno e injusto», que no representa a la totalidad de las instituciones gallegas.
Con esto, afea que el PP piense «que las instituciones son suyas», razón por la cual, ha apuntado, Alfonso Rueda «no considera que tenga que cesar a un conselleiro acusado de agresión sexual».
En la misma línea se ha expresado la socialista Paloma Castro, que ha censurado con vehemencia la presencia de la vicepresidenta del Parlamento, Elena Candia, en la recepción. Considera que se vulnera así la separación funcional y de competencias, así como la neutralidad y transparencia de la Cámara. «Supone un uso unilateral y politizado del Parlamento», afea.
Además, señala que se eleva a acto diplomático un «posicionamiento político que no representa a la totalidad de la institución».
Respecto al papel de la Xunta en esa recepción, la tacha de «deslealtad total» y pide la condena a los ataques de Israel, que está provocando «una de las mayores catástrofes humanitarias del S.XXI». «Aquí no caben equidistancias, se trata de defender el respeto por los derechos humanos», ha concluido.
«CUMPLEN CON LO ESTABLECIDO POR EL GOBIERNO DE ESPAÑA»
El diputado popular Alberto Pazos ha defendido la recepción y ha criticado la «incoherencia» de la iniciativa, que en su exposición de motivos acusa al Gobierno central de «ser cómplice de un genocidio, y después llega a la conclusión de que debe ser la Xunta la que se disculpe por cumplir con sus obligaciones».
Entre esas obligaciones, ha citado, está la de mantener relaciones con representantes de todos los países, «siempre en consonancia con las directrices establecidas por el Gobierno de España a través del Ministerio de Exteriores».
Respecto al Gobierno central, ha recordado que «fue Sánchez quien rompió el consenso sobre el referéndum del Sahara o con el embargo de compra de armamento israelí». «Es también Sánchez quien sigue manteniendo relaciones diplomáticas con Israel», ha insistido, apuntando al «enorme grado de cinismo» en la iniciativa.
Además, ha recordado que también se han reunido con representantes de otros estados, también con enviados palestinos. «Se trata de preservar los intereses de Galicia en esos lugares sin que eso suponga, en ningún caso, compartir las actuaciones o el régimen del país», ha afirmado.