El PP ha hecho uso de su mayoría en la comisión de Transición Ecológica del Senado para aprobar una iniciativa que recoge su plan para «preservar el equilibrio ambiental» del río Miño, con siete medidas para forzar al Gobierno a mejorar el saneamiento, analizar el cumplimiento del caudal ecológico mínimo o la recuperación del dragado controlado. El PSOE ha votado en contra, mientras que BNG y otros socios del Ejecutivo han optado por abstenerse.
Se trata de una iniciativa no vinculante con la que el PP busca instar al Gobierno a acometer diferentes actuaciones en el río Miño en colaboración con el resto de administraciones, incluidas las autoridades portuguesas.
En el texto, al que ha tenido acceso Europa Press, los ‘populares’ proponen analizar el cumplimiento del caudal ecológico mínimo en el Tramo Internacional del Río Miño y los efectos sobre la fauna piscícola fluvial, «solicitando, si fuese preciso, a las empresas concesionarias de los embalses una gestión previsora y coordinada con las administraciones tras estudiar los posibles impactos sobre el ecosistema y las actividades económicas y deportivas».
También buscan impulsar, en colaboración con todas las administraciones, un plan integral de prevención y control de especies exóticas e invasoras, tanto en la lámina de agua como en las márgenes del río, para preservar la biodiversidad autóctona.
Otro de los puntos de la iniciativa habla de promover ante los organismos competencias la recuperación del dragado controlado «y ambientalmente sostenible como herramienta para garantizar la navegabilidad y la seguridad en el río».
ARMONIZACIÓN DE LA NORMATIVA AMBIENTAL
Asimismo, solicitan una «armonización en la aplicación de la normativa ambiental en ambas márgenes del río, facilitando a los Ayuntamientos y particulares el cumplimiento de las obligaciones en materia de gestión de la biomasa y mantenimiento de las márgenes».
Del mismo modo, quieren que se continúe mejorando el saneamiento integral a lo largo del tramo internacional del río, «reforzando la supervisión y control de los vertidos, en colaboración con los municipios implicados».
En cuanto a la navegación, el PP propone la actualización del reglamento teniendo en cuenta la evolución de las actividades recreativas y deportivas y la diversidad de embarcaciones.
Y buscan solicitar un refuerzo de la inspección y control de las embarcaciones dedicadas al transporte de pasajeros, «exigiendo el cumplimiento de las garantías de seguridad, legales y fiscales, y fomentando la cooperación con la administración portuguesa para garantizar un servicio seguro, ordenado y reglamentado».
POSICIÓN DEL BNG
Por su parte, el Bloque Nacionalista Galego (BNG) ha denunciado el «no» del Partido Popular «a defender los intereses de los gallegos y gallegas en una iniciativa fundamental para la regeneración y recuperación del tramo internacional del río Miño».
En este sentido, la propuesta nacionalista, defendida por la senadora del BNG Carme da Silva, apostaba por una estrategia conjunta «para hacer frente al grave deterioro ambiental que sufre el río y que promoviera la actividad pesquera, impulsara el turismo sostenible y activara el desarrollo económico del entorno».
«Frente a estas medidas ambiciosas y transformadoras, el Partido Popular prefirió una propuesta sin medidas concretas ni compromisos reales, centrada en análisis, estudios y demandas que eluden cualquier actuación directa y que ignoran la gravedad de la situación ambiental del río», han denunciado los nacionalistas en una nota de prensa.