Artistas plásticos de A Mariña se han reunido en el exterior del hospital comarcal, situado en Burela, para realizar una ‘pancarta-cuadro’ con la que pretenden simbolizar el «deterioro» del servicio sanitario a través del efecto del tiempo sobre la obra artística, que estará expuesta a la intemperie.
«Somos pacientes del hospital, aparte de artistas», explica Pedro Cabarcas, uno de los autores de la pancarta, a Europa Press. Junto a Adri Pardo y a Neira Brochs, es uno de los responsables de esta acción artística, que se solidariza con las quejas recurrentes del personal. «Entonces, estamos implicados en nuestra propia atención», añade Cabarcas.
De esta forma, pensaron en pintar una obra que quedase expuesta en el exterior de las instalaciones y que el tiempo la fuese deteriorando. «Es un poco lo que está pasando con la sanidad aquí en el hospital. Esto no es cuestión de un día, es cuestión de muchos días y muchos meses», señala el artista mariñense.
Esta pancarta tiene una dimensión de cinco metros de ancho por uno de alto y en la parte inferior se puede leer el slogan que el personal sostiene en las concentraciones que realizan diariamente a las 11.00 horas: «En defensa dos pacientes da Mariña». Cada uno de los artistas ha dibujado distintas caras, incluida una reinterpretación de ‘El grito’, de Munch.
«SI NO SE CUIDA, ACABA PERDIÉNDOSE»
A través de esta pancarta, pretenden generar un paralaleismo con las obras artísticas, que «normalmente acaban en un museo», donde son conservadores quienes se encargan de su preservación. «Si [la obra] no se cuida, si no tenemos alguna atención sobre ella, acaba perdiéndose», reflexiona.
Este proceso lo traslada al «cuidado» y los recursos que necesita la atención sanitaria para poder mantenerla en buenas condiciones: «Lo único que tenemos para poder trabajar, para poder pintar o para hacer cualquier otra actividad es la salud». «Si no tenemos atención, todo se pierde», resume el artista.
«Con el tiempo, esto [la pancarta] se irá de alguna manera deteriorando e incluso acabaremos rompiéndola para visibilizar el final de la obra», explica Cabarcas. Este es el desenlace al que se enfrenta: en 15 días tienen previsto ‘vandalizarla’ y, finalmente, la romperán.
PACIENTES Y ARTISTAS
El trío de artistas vive en primera persona las situaciones que el personal del hospital ya ha denunciado en reiteradas ocasiones, como es el traslado de pacientes a otros hospitales debido a la falta de facultativos.
Pedro Cabarcas, por ejemplo, tiene que asistir a dos consultas y para una de ellas, tiene que desplazarse hasta a Lugo. «Con todo lo que me supone», denuncia, en relación al tiempo consumido y los gastos por desplazamiento. «Algo que no le ocurre a ninguna persona de cualquier ciudad que pague los mismos impuestos que mí», añade.
«Tengo un hospital aquí. No tengo por qué desplazarme luego para hacer una simple radiografía de lo que sea», critica Cabarcos, que, además, recuerda que estuvo esperando ocho meses para realizar una operación de cadera.
«Necesitamos tener exactamente los mismos servicios que hay en las ciudades y no se nos puede penalizar por estar viviendo aquí en el norte», resume.