La Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) vuelve a cargar contra la «imposición unilateral de condiciones» por parte de la Sociedade Galega do Medio Ambiente (Sogama), dependiente de la Xunta, a los ayuntamientos gallegos en los que recoge la basura.
La memoria correspondiente al mandato del alcalde de O Barco (Ourense), Alfredo García, entre 2015 y 2019, afirma que con anterioridad ya era «lesivo para la gestión municipal el cese de la recogida de voluminosos o la subida del canon», pero últimamente lo fue «la obligación de trasladar a la tasa de la basura una rebaja del 10 por ciento», de la que los gobiernos locales también se beneficiaban en el canon que pagaban a la sociedad autonómica.
Además, según el documento de la Fegamp, recogido por Europa Press, este «condicionante» provocó un «amplio rechazo» por parte de los municipios por considerarlo una «ingerencia en la autonomía local».
A ello se suma que esta rebaja tuvo «repercusión en la financiación» de este servicio que ya es «habitualmente deficitario», puesto que las tasas ya se encuentran «por debajo del coste en la mayoría» de ayuntamientos».
«LA URGENCIA» DE SOGAMA
Así, la Fegamp censura «la urgencia de los plazos» con los que Sogama «exigía la aplicación de la bonificación» a los tributos locales sin ser «posible» negociarlo. Ello llevó, relata la federación municipalista, a solicitar «una moratoria» para que los municipios dispongan del 2019 para trasladar la rebaja del 10 por ciento a sus ordenanzas.
«A pesar de esto, muchos ayuntamientos se encuentran con reparos de las intervenciones municipales debido a que el servicio de la basura queda lejos de cubrir costes, y no será hasta el año 2020 cuando se sepa cuántos ayuntamientos optaron por aplicar la rebaja del 10 por ciento a su tasa», explica la memoria.
EL PACTO DEL AGUA
En otro orden de cosas, el documento que resume la dirección de Alfredo García recuerda que la Fegamp «siempre valoró la firma del Pacto Local del Agua» con la Xunta, adoptado en el anterior mandato (2011-2015), como «una gran oportunidad de cooperación y coordinación entre administraciones» para mejorar la gestión y el abastecimiento de este recurso.
No obstante, tal y como lamentó el propio regidor de O Barco el pasado viernes, este Pacto del Agua se ha quedado «estancado», si bien la ley presentada por el Gobierno gallego en el Parlamento para garantizar el suministro sirvió para que los ayuntamientos «volviesen a insistir» en sus demandas.
Asimismo, la Fegamp asegura que la mesa institucional del Pacto del Agua, que «estaba previsto» reunirse a finales de octubre de 2019, fue «atrasada a la espera» de la creación de la llamada ‘Sogama del agua’, una sociedad autonómica para gestionar el abastecimiento similar a la que se ocupa de la gestión de los residuos.